Antes de todo lo que se pueda decir, disertar, escribir, sobre esta peste que diezma hoy en día al pueblo venezolano, se debe saber que es la propuesta o sistema político/social más hipócrita existente en el mundo. Lujo, placeres, beneficios provenientes de la corrupción son la orden del día en la macoya o clase gobernante y hambre, miseria, dolor, destrucción para los gobernados. Eso es el Comunismo y todas sus versiones, llámese socialismo del Siglo 21 o como se quiera llamar. La gente no quiere, no escoge vivir en comunismo y los que lo predican lo disfrazan, y luego lo imponen al lograr hacerse del poder por vías aparentemente legales y finalmente los someten de una manera u otra. Y siempre es igual esta prédica que jamás se convierte en práctica para ellos y para el pueblo es pobreza, retraso y cero productividad.
Un país en franco crecimiento , con un potencial infinito que antes de la llegada al poder de Hugo Chávez Frías en 1998, que contaba con 290 mil empresas completamente instaladas y operativas en distintas áreas de producción, entre las que destacaban la industria petrolera que producía 3.500.000 barriles diarios que se vendían en el mercado a 9 dólares por barril. Las empresas escogían a Venezuela como centro de operaciones regionales en América Latina pues además nuestro talento humano complementaba toda esta pujanza y proyección de país.
La economía venezolana en pleno crecimiento que permitía una calidad de vida envidiable por gran parte de los países del continente y del mundo. El escenario hoy día es todo lo contrario, tan solo hay 2.300 empresas que se resisten al cierre pero operan a un 30% de su capacidad y la producción petrolera, aún cuando el barril de petróleo supera los 60 dólares, Venezuela ya no tiene capacidad para producir más de 1.500.000 barriles diarios con tendencia a la baja.
La ineptitud, la incapacidad y el ladronismo acabó con el aparato productivo más rentable del mundo. Desperdiciamos la bonanza petrolera que se extendió por 7 años, teniendo un barril petrolero a más de 100 dólares por barril, no se invirtió en mejoras ni en mantenimiento de la industria ni en ningún otro campo (agricultura, ganadería, tecnología, transporte, educación, deporte, ciencia…) que pudiera fortalecer el aparato productivo en el país. Los ingresos del país fueron, en el mejor de los casos, mal utilizados porque realmente lo que ocurrió fue que se despilfarraron y dilapidaron acabando con la gallina de los huevos de oro. Esta nueva clase social boliburguesa, carente de valores y cargado de carencias, creció en ambición y arrasó a su paso con todo lo que podía. Y con su característica hipocresía hoy en día el chavismo se “asombra* ante los desfalcos que se están “descubriendo” que no son más que pases de factura a disidentes internos o a los que la centrífuga Revolucionaria ha expulsado por supuesto traidores. La mafia en pleno esplendor son vulgares ajustes de cuentas entre malandros.
Los lujos y excentricidades de estos nuevos ricos, no tardaron en hacerse notar. Con descaro comenzaron a lucir propiedades y a mostrar los lujos y riquezas obtenidos de la corrupción denotando el antes y el después de la revolución.
Evidentemente, se acostumbraron con gran facilidad a esta excelsa calidad de vida y por eso no tienen reparo a la hora preservar sus privilegios a costa del hambre, la droga o el terrorismo.
Más del 86% de la población venezolana se encuentra en estado de pobreza y 62% de ésta ya es pobreza crítica. El éxodo de Venezolanos a todas parte del planeta ya supera los 5.000.000 millones de venezolanos que sumados a los miles que mueren a manos del hampa, por hambre o por falta de medicamentos deja ver una Venezuela agonizante, destruida en lo más profundo de su ser. Sin embargo, la crítica situación nos proporciona a su vez, un rayito de esperanza al quedar en evidencia frente al mundo que tenemos un gobierno criminal, sanguinario, que controla el 70% del mercado internacional de la droga. Los países y los gobiernos que buscan a toda costa una solución para Venezuela no lo hacen solamente por solidaridad lo hacen pues se ven amenazados especialmente en América, en los vecinos países en donde la migración venezolana ha generado trastornos en la cotidianidad de esos países, por ejemplo en la hermana República de Colombia dónde han tenido que crear mecanismos y adecuar instalaciones especiales para convertirlas en refugios y dar atención médica a una población que está mermando los recursos y la capacidad para atender a los propios colombianos.
El pasado miércoles, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, su Informe Anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo y dedicó un apartado a denunciar la crítica situación política, social y humanitaria que atraviesa Venezuela advirtiendo tales circunstancias no ofrecen “las mínimas condiciones” para poder celebrar elecciones presidenciales. Zeid destacó que la malnutrición ha aumentado drásticamente en todo el país afectando en particular a niños y ancianos, y los informes indican que los programas de asistencia del Gobierno a menudo, están condicionados a sus afiliaciones políticas por lo que la participación política está sometida al hambre y necesidad del pueblo elector. Además comentó que si todo está funcionando bien según el gobierno venezolano, porque no permiten que una misión de la ONU visite el país para constatar la realidad venezolana
En ese mismo sentido, el Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, David Beasley, subrayó que la situación en Venezuela es “catastrófica”, manteniendo a la población en niveles mínimos de supervivencia. Concuerdo con Naciones Unidas sobre la falta de condiciones para celebrar elecciones y creo que en cualquier circunstancia el régimen es insostenible y económicamente inviable. Por un lado, de celebrarse las elecciones el 20 de mayo bajo estas circunstancias, se profundizará el cerco económico pues la comunidad internacional desconocerá a Nicolás Maduro como Presidente lo cual aumentará el malestar de los cuadros medios de la Fuerza Armada Nacionales (FAN) y la consiguiente presión interna por la escasez y el desabastecimiento; igual situación tendremos si las elecciones no se efectúan y Nicolás Maduro pretende permanecer en el poder sin legitimidad ni recursos. Indudablemente, soy de los que piensan que el narcorregimen no llegará a 2019 y saldrán del gobierno por las malas. Están definitivamente rodeados por la miseria, la mala gestión, la corrupción y el abandono de la productividad. No es ningún Imperio quienes los tienen acorralados son sus malas acciones las que han dado como resultado que no tengan escapatoria ni perdón posible.
Como aspecto resaltante de esta última semana podemos comentar qué respecto a la conformación del Frente Amplio por Venezuela, es una nueva oportunidad para que la disidencia política rescate la coherencia y la confianza del pueblo. Esperemos la madurez de sus actores en el logro de los objetivos propuestos que no son sino la ratificación del mandato conferido por el pueblo de Venezuela en la consulta del pasado del 16 julio de 2017. El pueblo venezolano ha sido engañado demasiadas veces y no quisiéramos que en ésta nueva fórmula sean los mismos actores, las mismas ideas, en otro escenario, necesitamos tener nuevas ideas, nuevas fórmulas y además abrirles paso a nuevos actores.
Necesitamos que los intelectuales, las universidades, los jóvenes, la resistencia asuman el compromiso con acciones que junto con las denuncias ante las instancias correspondientes y el pueblo rescatemos la institucionalidad y la dignidad en nuestro país.
Expectante del fin de la Revolución del Siglo XXI, deseando una auténtica unidad en pro del objetivo de recuperar la gobernabilidad y la institucionalidad, seguiré desde mi particular cárcel del exilio, dando la pelea con lo único que me queda MI PLUMA y MI PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato Briceño”
Twitter: @josegbricenot