El derecho a la salud en el país se ha visto infringido debido a la escasez de medicamientos, sus altos precios y la odisea que implica conseguirlos. Medicinas de uso común como antigripales, antinflamatorios, protectores gástricos, desparasitantes, entre otros, han registrado un infartante ajuste de más de 1.000% con respecto al año pasado.
Publica el diario Panorama que las medicinas para controlar la tensión arterial y la diabetes, así como los antibióticos, también están en una escalada sin freno.
A finales del año pasado una caja de 30 pastillas de cualquier analgésico costaba Bs. 45 mil, hoy su valor oscila entre Bs. 350 mil y Bs. 560 mil, un antihipertensivo cuyo valor estaba en Bs. 500 mil, dependiendo del tipo y de la marca, hoy puede superar un millón 500 mil bolívares.
La dramática situación se repite en los medicamentos para controlar la diabetes y la tensión ocular. El año pasado,el alcohol y una gasa costaban Bs. 7 mil; hoy tiene un valor de más de 34 mil bolívares.
En farmacias ubicadas en Amparo, Las Lomas, Veritas y La Rotaria (estado Zulia) se pudo evidenciar que elevadísimos precios enferman a más de uno, porque un trabajador que gana Bs. 1.307.646 (sueldo integral) para comprar una caja de antipirético, que cuesta Bs. 520 mil, le quedan tan sólo Bs. 787.646, es decir, gasta casi la mitad de los que percibe.
La hiperinflación continúa devorando los bolsillos y las billeteras de los venezolanos. La tendencia alcista se repite en los antibióticos y anticonceptivos, según dueños de algunas farmacias y botiquerías que prefirieron no dar su nombre, es muy poco o nulo el despacho de estas medicinas pero el precio oscila entre 200 y 300 mil bolívares en el caso de las pastillas anticonceptivas.
Mencionaron que algunos antibióticos ya tienen un valor de 7 dígitos, sin contar que la mayoría de los fármacos que hay disponibles provienen de Colombia: “No son fabricados en el país”.
Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela, recientemente indicó que el sector farmacéutico solo consigue 12 de 100 medicinas cuando revisan la disponibilidad para hacer los pedidos, lo que significa que el desabastecimiento se ubica en 88%.
Además de los fármacos para la hipertensión arterial, indicó que también hay fallas en el abastecimiento de medicinas para la hipertensión ocular, la próstata, el mal de Parkinson, quemaduras, sistema nervioso central y para regenerar la flora bacteriana. Igualmente los antibióticos para niños y adultos, cardiovasculares e insulina.
Ante este escenario, los venezolanos tratan de enfrentar la situación buscando ayuda con familiares o conocidos en el exterior que le puedan facilitar el medicamentos, otros tocan las puertas en instituciones y medios de comunicación que hacen donativos.
Hay quienes se han volcado hacia la medicina naturista, y los que llaman a la abuela para que le indique una receta casera para aliviar un dolor de cabeza.
Jilber Piñero, paciente, mencionó que conseguir medicinas es “bien difícil, y más si es para cumplir un tratamiento, tenemos que rasguñar, cuando la encuentras es bien costoso”.
Dijo que tiene un familiar que sufrió una aneurisma y para la operación en una clínica le están pidiendo 12 mil dólares” y en los hospitales públicos tienes que anotarse en una lista; no hay presupuesto que aguante esta escalada”. En noviembre del año pasado compró siete cajas de un antihipertensivo por Bs. 7 mil, contó.