El interrogatorio bajo detención por la presunta financiación ilegal con fondos libios de su campaña de 2007 del expresidente de Francia Nicolas Sarkozy acabó este miércoles, 25 horas después de haber comenzado, informaron medios locales, según reseñó EFE.
Los jueces que instruyen la causa se trasladaron a los locales de la brigada financiera a las afueras de París, donde deben comunicar a Sarkozy si está imputado, señaló la televisión “BFMTV”.
Sarkozy acudió el martes por la mañana ante los investigadores que tratan de determinar si la campaña presidencial que le llevó al Elíseo recibió dinero del entonces líder libio Muamar Gadafi.
Salvo durante un receso de 9 horas durante la noche, en las que pudo ir a dormir a su casa, el expresidente ha respondido a las preguntas de los agentes de la división anticorrupción (OCLCIFF) que lo interrogaron en la sede de la Policía Judicial de Nanterre, en el extrarradio de París.
Los jueces pueden ahora imputarlo si consideran que hay suficientes elementos acusatorios, dejarlo libre sin cargos o una opción híbrida, bajo el estatuto de testigo asistido, con vistas a comparecencias posteriores.
Según los medios, los investigadores cuentan con testimonios que apuntan a que Sarkozy recibió dinero del régimen libio, entre ellos el del intermediario Ziad Takieddine, que hoy mismo reiteró esas entregas de capital, tanto al entonces candidato como su jefe de campaña Claude Guéant, que luego fue su mano derecha en el Elíseo y ministro del Interior.
Guéant, que al igual que Sarkozy niega los hechos, está imputado en este caso, al igual que el propio Takieddine.
Entre las pruebas sobre esa financiación ilegal figura el documento publicado en abril de 2012 por el sitio de información “Médiapart”: una nota de diciembre de 2006 de Musa Kusa, el que era jefe de los servicios secretos de Gadafi, sobre la concesión de una partida de 50 millones de euros para la campaña de Sarkozy.
A falta de identificar formalmente giros bancarios directos desde Libia a las cuentas del candidato Sarkozy, los investigadores han constatado que los responsables de los preparativos electorales manejaban mucho dinero en efectivo.
El tercer imputado hasta ahora por el caso es el magnate saudí Khalid Bushan, al que se atribuye un giro en favor de Guéant de un millón de euros.