Un solicitante de asilo sirio de 26 años se quemó a lo bonzo hoy en el centro de recepción de Moria, en la isla de Lesbos, en el Egeo oriental.
El joven se prendió fuego a las puertas de las oficinas del Servicio de Asilo (EASO) en el campamento de refugiados para protestar por su retención durante varios meses en la isla.
Según la organización Lesvos Solidarity-Pikpa, la solicitud de asilo del joven habría sido rechazada por segunda vez antes del incidente.
Sufrió quemaduras en varias partes del cuerpo y, tras recibir primeros auxilios, fue trasladado al hospital de Mitilene, donde han confirmado que su vida no corre peligro.
El refugiado tomó un bote de gasolina y se prendió fuego a sí mismo poco después de que el ministro de Migración, Dimitris Vitsas, abandonara la isla.
Vitsas se reunió hoy con representantes de las poblaciones cercanas a los campos de Moria y Kara Tepe, y durante el viernes y el fin de semana visitará las demás islas protagonistas de la crisis de refugiados en el Egeo: Quíos, Samos, Cos y Leros.
A día de hoy en las islas del Egeo oriental hay algo más de 13.000 refugiados que no pueden salir de ellas debido a la limitación geográfica impuesta hace dos años con el acuerdo de migración entre la Unión Europea (UE) y Turquía
La tensión acumulada por las condiciones inseguras, insalubres y de hacinamiento en las instalaciones de estas islas, así como la lentitud con la que se resuelven las demandas de asilo, provoca a menudo enfrentamientos y protestas.
Según Médicos Sin Fronteras, organización presente en Lesbos, su clínica de salud mental en Mitilene está repleta de personas con estrés post-traumático, que se han autolesionado o intentado suicidarse.
“Estas personas escapan de la guerra y las bombas en lugares como Siria para encontrar más violencia y sufrimiento en Europa. Es vergonzoso. La UE no puede celebrar esto”, dijo la ONG en un comunicado con motivo del aniversario del acuerdo.
EFE