El Parlamento de Cataluña canceló hoy la segunda votación programada para elegir presidente regional al independentista Jordi Turull, quien ayer fue procesado por rebelión y encarcelado por su implicación en el proceso secesionista iniciado en esta comunidad autónoma española en 2017.
El presidente del Parlamento, Roger Torrent, suspendió el pleno de investidura de este sábado por la “enorme excepcionalidad” del momento, según argumentó al inicio de la sesión, aunque autorizó la intervención de los grupos políticos de la cámara.
Torrent constató la imposibilidad de esa segunda votación porque el candidato no puede asistir, y aseguró que las “injerencias” de los poderes del Estado están “impidiendo” que la voluntad ciudadana se traduzca en la elección de un nuevo presidente catalán.
Turull no consiguió la confianza parlamentaria en una primera votación celebrada el jueves pasado. Entonces requería el apoyo de al menos 68 de los 135 diputados regionales (mayoría absoluta), pero solo logró 64 votos, con 65 en contra y 4 abstenciones.
Ahora, Torrent deberá estudiar si abre una nueva ronda de consultas políticas para buscar otro candidato.
Antes fueron propuestos el expresidente catalán Puigdemont -huido de la Justicia- y Jordi Sánchez -encarcelado-, que renunciaron por la imposibilidad de ser elegidos a causa de sus circunstancias judiciales.
El Parlamento catalán dispone de dos meses para investir un presidente regional tras las elecciones autonómicas del 21 de diciembre pasado. Si no fuera posible, se convocarían nuevos comicios.
Pese a las advertencias constantes del Tribunal Constitucional español, el gobierno independentista catalán convocó un referéndum de “autodeterminación” para el 1 de octubre de 2017, y el Parlamento regional de entonces, de mayoría separatista, aprobó el día 27 de ese mes una declaración a favor de la secesión unilateral.
El Ejecutivo español, amparado en la Constitución, destituyó a Puigdemont y a todos sus consejeros ese mismo día y convocó elecciones autonómicas.
Simultáneamente se desarrollaban las investigaciones judiciales sobre el proceso independentista, que culminaron ayer con el procesamiento por rebelión de 13 líderes separatistas.
El juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena ordenó prisión incondicional para cinco de ellos -incluido Turull- y pidió la detención de cuatro huidos al extranjero, como Puigdemont y la líder republicana de izquierdas Marta Rovira.
Los cuatro restantes, como el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, ya permanecían encarcelados preventivamente.
El magistrado decidió enviar a juicio a otros doce investigados por cargos como desobediencia y malversación.
Las órdenes de encarcelamiento generaron el viernes una oleada de protestas de los partidos y organizaciones independentistas, con miles de manifestantes en las calles de Cataluña. En Barcelona, 35 personas resultaron heridas, la mayoría leves, en incidentes con las fuerzas de seguridad catalanas.
EFE