Tras un día de protestas históricas en Estados Unidos, los jóvenes líderes del movimiento contra las armas de fuego siguen movilizados para reclamar leyes más severas sobre este asunto, que ha ganado a la opinión pública tras varias tragedias y sobre la cual Washington sigue siendo inflexible, reseñó AFP.
No hay una cifra oficial, pero de acuerdo con la organización independiente Crowd Counting Consortium -especializada en conteo de multitudes-, el evento reunió el sábado a más de 1,5 millones de personas en varios cientos de ciudades de EEUU.
Esto la convertiría en la mayor manifestación contra las armas de fuego en la historia de Estados Unidos, superando a la del 14 de mayo, la Marcha de los Millones de Mamás -Million Mom March-, que sumó a más de un millón de personas en todo el país.
La acción del sábado, denominada “Marcha por nuestras vidas”, fue una reacción a la masacre desatada por un joven que mató a tiros a 17 personas el 14 de febrero en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida.
Un grupo de estudiantes de “MSD”, sobrevivientes del tiroteo, impulsó la movilización desde entonces, convirtiéndose en el estandarte de jóvenes que han vivido toda su escolaridad con la amenaza permanente de asesinatos en masa.
Omnipresentes el sábado en la escena de la manifestación de Washington, estos adolescentes retomaron su traje de peregrinos a partir del domingo por la mañana, para que su acción no quede muerta, como lo fue la del 2000 de las las madres enojadas que reclamaban controles más estrictos en la venta de armas.
“El impulso continuará, porque incluso cuando los medios se vayan, estos (jóvenes) seguirán allí, luchando por su existencia”, dijo Delaney Tarr, una de las supervivientes del tiroteo de Parkland, en declaraciones al canal Fox News.
Su compañera Emma González advirtió a la cadena CBS: “Esto no es el final, es sólo el comienzo”.
“Queridos jóvenes, nunca se cansen de ser instrumentos de paz y alegría entre los suyos”, tuiteó el domingo el Papa Francisco desde el Vaticano.
‘Deben continuar’
La acción de los estudiantes de secundaria ya ha empujado a Florida a aprobar una ley, promulgada el 9 de marzo por el gobernador Rick Scott e imponiendo varias restricciones, incluida la prohibición de “bump stocks” (accesorios para disparar ráfagas) o la suba de 18 a 21 años en la edad legal para comprar un arma.
Pero el Congreso está paralizado y si bien muchos legisladores demócratas participaron en la marcha del sábado y llamaron públicamente a buscar normas más estrictas en el tema, los republicanos -mayoría en ambas cámaras- siguen siendo en gran parte inflexibles.
A pesar de la magnitud del evento popular, el presidente Donald Trump nunca lo mencionó el domingo en su cuenta de Twitter, que alimentado regularmente desde el sábado por la mañana para discutir otros temas.
Trump reiteró el viernes su voluntad de prohibir las “bump stocks”, una medida de alcance marginal. Su administración ha iniciado un procedimiento en este sentido.
El proyecto de ley de financiamiento del Estado federal de Estados Unidos, aprobado por el Congreso el viernes, prevé un ajuste del sistema de verificación de antecedentes penales y psiquiátricos antes de la compra de un arma de fuego, así como un aumento en las dotaciones de seguridad a escuelas.
Pero los estudiantes de Marjory Stoneman Douglas están exigiendo un aumento de la edad legal para comprar armas y la prohibición de vender rifles de asalto y cargadores de gran capacidad a civiles, materiales utilizados en la mayoría de los casos en los tiroteos masivos cometidos en Estados Unidos en los últimos años.
“Nuestro país no debe comenzar a privar a algunos de sus derechos a ciudadanos que respetan la ley”, dijo el senador republicano Joni Ernst a periodistas el domingo, alegando que las demandas de los jóvenes manifestantes violan las disposiciones de la segunda enmienda a la Constitución estadounidense, la cual garantiza el derecho a poseer un arma.
El republicano se hizo eco del discurso de la principal organización pro-armas en Estados Unidos, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), un lobby que contribuye a campañas políticas y que describió el evento del sábado como resultado de la “manipulación”.
“Los multimillonarios antiarmas y las élites de Hollywood manipulan y explotan a los jóvenes para que cumplan sus planes de destruir la segunda enmienda y nos priven de nuestro derecho a defendernos”, escribió el poderoso lobby en Facebook.
“No estamos tratando de confiscar las armas de nadie”, dijo Cameron Kasky, otro estudiante de la secundaria de Parkland, a Fox News este domingo.
“Tienen que seguir adelante”, expresó en la CNN el gobernador republicano, John Kasich, crítico de Donald Trump y uno de los pocos miembros del “Gran Viejo Partido” (GOP), que se pronunció públicamente a favor de una profunda reforma.
Para él, si el Congreso “no concreta cambios, creo (que los representantes electos) deberían sufrir las consecuencias en las urnas”.