Trump también puso en la mira de sus amenazas a Rusia, que advirtió por su lado de “consecuencias graves” en caso de una acción militar de las potencias occidentales.
Washington, con el respaldo de Londres y París, dijo estar listo para actuar con o sin apoyo de Naciones Unidas, donde el Consejo de Seguridad debería pronunciarse este martes sobre proyectos de Estados Unidos y Rusia para investigar el presunto supuesto ataque químico.
Estados Unidos podría tomar su decisión tras la votación del Consejo de Seguridad, al que le solicitó que se expida sobre su proyecto de resolución a las 19H00 GMT del martes.
Rusia ya advirtió que el texto estadounidense contiene “elementos inaceptables”. Y, según expertos, Moscú se prepara para vetar la resolución: “Eso dará a Estados Unidos y quizás a Francia una excusa para una acción militar”, estimó Richard Gowan, miembro del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
Trump se reunió el lunes con su gabinete y cenó con la máxima jerarquía militar, en tanto dijo a los periodistas que “tenemos un montón de opciones militares y les informaremos bastante pronto… probablemente después del hecho”.
– “Muy peligroso” –
Washington y Moscú mostraron posiciones diametralmente opuestas en una sesión de urgencia del Consejo de Seguridad, en la que el embajador ruso Vasily Nebenzia advirtió que una eventual acción militar estadounidense sería “muy, muy peligrosa”.
Nebenzia rechazó el llamado de Estados Unidos a una investigación para identificar a los responsables del presunto ataque del sábado en el enclave rebelde de Duma, descrito por socorristas como de “gas de cloro venenoso”.
Pero la representante estadounidense afirmó que “el mundo debe ver que se haga justicia”.
“La historia registrará esto como el momento en el que el Consejo de Seguridad cumplió su deber o demostró su completo y absoluto fracaso de proteger al pueblo sirio”, afirmó.
“De cualquier manera, Estados Unidos responderá”, aseveró.
El secretario general de la ONU Antonio Guterres dijo este martes que estaba escandalizado con el presunto ataque químico e instó a una investigación internacional imparcial y sin restricciones.
“Cualquier confirmación del uso de armas químicas por cualquiera de las partes del conflicto y bajo cualquier circunstancia, es aberrante y una clara violación del derecho internacional”, dijo Guterres en un comunicado.
“La gravedad de las recientes denuncias requiere de una exhaustiva investigación con expertos imparciales, independientes y profesionales”, agregó.
– “Reacción contundente” –
Por segunda vez en dos días, Trump habló por teléfono con su homólogo francés Emmanuel Macron. Los mandatarios desean una “reacción contundente” de la comunidad internacional y “permanecerán en estrecho contacto”, informó el Elíseo.
El martes, el portavoz del gobierno francés, Benjamin Griveaux, declaró que los intercambios de información entre Macron y Trump confirman “‘a priori’ el uso de armas químicas”. “Si se ha cruzado la línea roja, habrá una respuesta”, afirmó.
Las potencias occidentales atribuyen el ataque a Siria y a Rusia: “Cuando el régimen militar sirio golpea a civiles, lo hace con la ayuda de Rusia”, insistió Haley.
La Casa Blanca había sugerido en un primer momento la “responsabilidad” de Rusia e Irán, al asegurar que el gobierno sirio no podía llevar a cabo un ataque químico “sin su ayuda material”.
Trump advirtió a Damasco, Moscú y Teherán que podían “pagar un alto precio”. Una amenaza que incluía, por una vez, a su homólogo ruso, Vladimir Putin.
“Pedimos a los occidentales a que abandonen la retórica de guerra”, exigió en tanto Nebenzia, quien advirtió de las “graves consecuencias” en caso de acciones armadas de occidente. “No hubo ataque químico en Duma”, agregó, y aseguró que todo es un “montaje”.
– Negativas sirias –
El fantasma de una respuesta militar revivió el lunes tras el lanzamiento de misiles contra la base militar T-4 que posee el régimen sirio en el centro del país. Pero en este caso Damasco, Moscú y Teherán señalaron a Israel como responsable.
Trump bombardeó en abril de 2017 una base militar siria en respuesta a un ataque con gas sarín en Jan Sheijun, del que acusaron al régimen de Asad y que dejó 80 civiles muertos.
El régimen sirio siempre ha negado su responsabilidad por los ataques químicos que se le han atribuido durante la guerra que devasta el país desde 2011.
Gracias al apoyo militar de Moscú, el gobierno de Asad recuperó más de la mitad del territorio sirio, a costa de una guerra que se ha cobrado más de 350.000 vidas.
Con este apoyo, el régimen finalmente se centró en el último enclave rebelde en Duma, forzando a los rebeldes a evacuar la ciudad.
Durante varias semanas de febrero y marzo, el enclave rebelde fue blanco de intensos bombardeos que mataron a más de 1.700 civiles, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).