En los últimos meses se ha incrementado significativamente el registro de las infecciones por transmisión sexual en Venezuela, especialmente sífilis, situación que impulsa la transmisión de la infección por VIH, porque las lesiones causadas en la piel y en las mucosas por la sífilis, facilitan su entrada al organismo.
Nota de Prensa
Al respecto, el médico Martín Carballo, internista e infectólogo, asegura que “se están presentando nuevos diagnósticos en todas las edades, pero llama la atención que están registrándose cada vez más en jóvenes, causado por la práctica sexual desprotegida y porque no hay programas eficaces de educación sexual ni campañas de prevención, esto también se refleja en el aumento del embarazo en adolescentes”.
Para el especialista, coordinador de la consulta de VIH del Hospital Universitario de Caracas –HUC– una persona con sífilis es más “eficiente” en transmitir el VIH que una sin sífilis, si tiene un chancro –lesión primaria de la sífilis– hay mayor contacto con secreciones y aumenta la posibilidad de transmitir la infección en un paciente con VIH o sida. Con cualquier otra enfermedad progresa más rápido, pues las enfermedades concomitantes producen activación inmunológica y ésta aumenta la carga viral y acelera la pérdida de células CD4.
Como la sífilis puede pasar desapercibida durante mucho tiempo, Carballo recomienda la realización del VDRL, pues la mayoría de las veces se diagnostica por exámenes de rutina cuando la persona acude a controles médicos o cuando aparece el secundarismo sifilítico que produce manchas características en todo el cuerpo. El experto afirma que el tratamiento a realizar dependerá de la inmunidad de la persona, si es conservada debe tratarse con penicilina benzatínica una dosis semanal por tres semanas, pero si el usuario tiene una inmunidad comprometida será necesario colocar penicilina endovenosa por 21 días.
Por su parte, Jhonatan Rodríguez, presidente de StopVIH, deja clara la necesidad urgente de aumentar la promoción y el uso del condón, como barrera de protección eficaz contra infecciones por transmisión sexual, como la sífilis, sobre todo en tiempos en que acceder a los tratamientos es cada vez más difícil.