El tema de la realidad venezolana, nunca bien ponderado, viene de nuevo a nuestra mesa de trabajo, pues cada día es más evidente la consumación de un modelo y la ignominia del escenario mundial ante nuestra difícil y desgarradora realidad.
Lo trágico es que salidas inmediatas no se vislumbran. Ir a unas urnas muertas antes de nacer es totalmente ilógico, si es que eso tenga algún sentido. Sobre todo que quienes buscan el reconocimiento de los comicios en el teatro mundial es esa cosa amorfa y lógica denominada oposición. Por eso el silencio fúnebre y la contumacia con que se comporta ante el oprobioso régimen. Ni Chávez logró tanto acompañamiento como ha logrado Maduro y sus secuaces.
Todo apunta a que los grandes gendarmes internacionales apuestan por un socialismo petrolero, muy a la venezolana. Sólo falta que termine de nacer el Hombre Nuevo. En el fondo del asunto, la nueva filosofía o modo de pensar se enraíza en que el norte es Cuba. Si el norte es Cuba, y el modelo americano, ese de las libertades individuales, la tolerancia y la liberad, debe desaparecer ante la férula del marxismo renacido. El marxismo renacido, ese del Hombre Nuevo, los derechos colectivos, de cero tolerancia y nada de libertad…represión bruta y brutal de las libertades individuales hasta alcanzar el esclavismo…socialesclavismo
El tema de Venezuela con su socialismo mal nacido tiene como norte Cuba y toda la desgracia, el precio de la hecatombe y holocausto cubano. Hoy mejor protegido que antes. Esa Cuba que desprecia la esencia del espíritu humano, y en consecuencia te hace esclavo. Esa es la gran vedette de los demagogos internacionales, voraces y sádicos. Hacia ese norte hemos remado por mucho tiempo, y ahora la gran vorágine internacional quiere hacer de Venezuela una nueva Cuba. De hecho es así.
Solo con la propagación de la idea de las libertades individuales, bajo la premisa de aceptarnos tal como somos. Para eso necesario es cambiar las circunstancias para proteger la libertad individual del hombre; por encima de todo lo demás y lograr el gran privilegio de convivir bajo el amparo de las leyes. El resto es falaz. Salir de Maduro, Cabello, Padrino y el resto de la putrefacción que nos gobierna sin un plan y propósito de instaurar las libertades individuales es rumiar el socialismo; es seguir teniendo a Cuba como norte
PD: por cierto no esperemos que las libertades las vayan traer allende a nuestras fronteras, pues cada uno juega en su socialismo a bañarse en los narcodólares que produce el régimen. Incluyendo importantes sectores de la llamada tierra de las libertades. Para ellos Maduro, Cabello y Padrino son grandes benefactores…entre socialistas te veas
Bladimir Díaz Borges
@bladimirdiaz