A juicio del analista internacional Daniel Merchán, la crisis de refugiados venezolanos por el mundo suma números de catástrofe en cuantía de personas y en condiciones de calidad de vida que vulneran los derechos humanos, pues la aguda crisis económica en Venezuela, que ha provocado una contracción de su Producto Interno Bruto (PIB) en un 50% desde 2013 y una hiperinflación rampante, ha generado que más de 600.000 refugiados hayan cruzado la frontera con Colombia y más de 50.000 con Brasil en los últimos años, según las últimas estimaciones.
Nota de prensa
Destacó el experto que en la pasada cumbre ministerial del G20 en Buenos Aires en marzo, se celebró una reunión con más de una docena de países latinoamericanos para explorar la posibilidad de crear un fondo a través de organismos multilaterales, entre ellos el BM y el Fondo Monetario Internacional, para paliar la situación de los refugiados venezolanos en los países receptores, de hecho en la pasada Cumbre de las Américas de Lima de mediados de abril, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, anunció una contribución económica de 16 millones de dólares que beneficiará al programa de ACNUR en la región y a comunidades de refugiados venezolanos en Colombia y Brasil.
Merchán, quien es también especialista y asesor en gerencia política, especificó que hasta ahora sabe que hay más de un millón de venezolanos que están en Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Panamá, y la cifra puede aumentar, y en la suma de todo el planeta más de 4 millones en la diáspora por diferentes razones, pero destacando especialmente por su situación los que están cruzando las fronteras más cercanas en condiciones de absoluta precariedad, huyendo de la devastación de la crisis en Venezuela.
Otro ejemplo interesante de los giros que produce la oleada migratoria y evidencia de la atención que merece este tema en la comunidad internacional apuntaló el consultor, es que el gobierno de Donald Trump ha iniciado conversaciones informales con países aliados en América Latina para acoger en Estados Unidos a refugiados venezolanos, un posible vuelco tras su posición firme para aceptar refugiados de países agobiados por conflictos.
El éxodo venezolano ha sido una adversidad para algunos de los mejores aliados de Estados Unidos en la región. Colombia, que ha absorbido a más de 600,000 ciudadanos venezolanos, ha dicho que la crisis de refugiados podría socavar años de trabajo en busca de la paz con los guerrilleros, precisamente en momentos que intenta restablecer el control en áreas anteriormente controladas por los rebeldes.
El número de venezolanos que buscan asilo se ha disparado un 2,000 por ciento en todo el mundo desde el 2014, según la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados. La organización internacional calcula que 1,5 millones de venezolanos desplazados se han extendido por más de 15 países en América Latina y el Caribe.
Por otra parte los distintos gobiernos de la región están muy preocupados porque los venezolanos que huyen hacia Estados Unidos y otras latitudes traen consigo enfermedades contagiosas que ya estaban erradicadas. Vecinos como Colombia y otros han visto casos de sarampión.
La otra complejidad que preocupa son las drogas y las armas que escapan por las fronteras venezolanas. “En última instancia, toda la región está entrelazada y los problemas que vemos que salen de Venezuela les afectan a todos en el hemisferio y más allá” finalizó puntualizando Merchán.