¿Cuál es el escenario que está buscando Maduro? El de un candidato que declare que perdió la “elección presidencial”, pero que esa derrota no obedeció a un fraude electoral sino a la abstención y/o a su incapacidad de cuidar y defender los votos robados por el régimen. Una declaración de esta naturaleza inevitablemente llevaría al candidato a caer en el juego del régimen. Al fin y al cabo qué culpa tiene la estaca si el sapo salta y se ensarta.
¿Cómo evitar ese escenario deshonroso? Lo primero es tomar la firme decisión de ponerle un límite a la candidatura. Este límite se obtiene de dos indicadores fundamentales que son, a su vez, los dos grandes retos de tu candidatura.
Antes del 20 de mayo debes tomar una decisión sobre tu repliegue táctico, con base en las siguientes preguntas: ¿Lograste unificar a las oposiciones en torno a tu liderazgo? ¿Tienes a tu disposición la maquinaria electoral de la MUD-Frente Amplio? ¿Lograste revertir la abstención favorablemente para tu causa?
En otras palabras, aunque Maduro tenga un 80 por ciento de rechazo nacional y estés por encima en las encuestas, tus dos grandes retos son defender el voto y derrotar la abstención. Si tu maquinaria electoral se proyecta insuficiente para cuidar votos a lo largo y ancho de Venezuela y tu liderazgo no detiene la abstención, queda claro que al participar el 20 de mayo, lo harás con la intención premeditada de cruzar la raya del colaboracionismo, es decir, tu rol sería el de hacer exactamente lo que espera el régimen ¿Estás dispuesto a decirle al país que Maduro ganó por culpa de la abstención?
Yo no crítico que como un político que quiere llegar al poder, hayas hecho el cálculo pequeño de aprovechar la ausencia de candidatos-MUD para tratar de ganar terreno, con miras a convertirte en un fenómeno electoral de escala nacional.
Incluso, asumiendo –por mero ejercicio hipotético- que el 20 de mayo representa una salida factible, estoy convencido que tú no estás a la altura del compromiso. Esto no es personal. Tu problema es que aún no tienes el liderazgo necesario para unificar a las oposiciones y revertir la abstención.
A estas alturas es lógico que intentes convencer a la MUD y jugar a líder nacional –aun cuando tu estatura actual es regional y vienes de recibir la mamá de las derrotas ante una desconocida que te ridiculizó con un mega fraude, del cual guardaste silencio. Tal vez, estás en campaña para también quedarte con unos churupos, de los robados al pueblo por tus financistas de la vieja guardia roja.
En fin, sólo tú sabes el alcance definitivo de tu cálculo político personal. Sin embargo, te advierto que cruzar la raya del colaboracionismo, significa que formas parte del régimen y, probablemente te hundirás con éste cuando todo acabe.
Votar el 20 de mayo o la nada, no es dilema. Hacer algo o quedarse de brazos cruzados tampoco es el dilema. La verdadera pregunta es si tienes capacidad real de derrotar al régimen, pues si sabiéndote incapaz, participas temerariamente el 20 mayo para decir que Maduro ganó, a pesar del fraude ¿a quién le conviene esa capitulación, al pueblo o al régimen?
Quizá, la elección no sea pospuesta bajo ninguna circunstancia. Pero tampoco se trata de supeditar la conducta propia a especulaciones sobre lo que haría la dictadura. Maduro hará todo lo necesario para mantenerse en Miraflores. El punto es si uno, en el afán de hacer algo, termina ayudando al régimen. Me da la impresión que entre no hacer nada y hacer una declaración pro Maduro -es decir, quedar en ridículo ante todo un país y el mundo-, la primera opción luce más sensata.
Es falso que la fraudulenta elección del 20 de mayo represente la única salida para Venezuela en esta coyuntura. Existen otras hojas de ruta, sólo que ustedes las consideran quiméricas. En un mes sabremos si vuestra propuesta es factible. El 21 de mayo Venezuela amanecerá con un abanico de alternativas mucho más definido, mientras que ustedes quedarán en cuarentena, arropados por el repudio abrumador hacia el régimen.
Los errores políticos tienen consecuencias. Jugar al vivo trae consigo una desventaja –algunos quieren ver que consiguen y si no pescan algo, entonces su plan B es regresar a este otro lado del río como si nada pasó. No todos tendremos estómago para tolerar su contraída pestilencia narco-madurista. Tal fetidez ni se quita ni se oculta fácilmente. Cuando la paja se separa del trigo, cada uno recibe el trato que merece y después de ojo sacado, no vale santa lucía. Todavía están a tiempo…