Los buenos para nada en 20 años volatilizaron, se bailaron, comieron, bebieron y fumaron la bicoca de un millón de millones de dólares. Se trata de la mayor crisis histórica de la república. El chavismo-madurismo constará en un pie de pagina de la historia de Venezuela, como la fiesta de la corrupción. La deuda externa supera los 170.000 millones de dólares, 152% del PIB. Es la crónica de un saqueo masivo y sostenido del narco régimen de los fabulosos ingresos petroleros, que bien administrados lanzaban al país a la esfera del primer mundo. Aquel timbre de orgullo, nuestra industria petrolera, el buque insignia de la Venezuela posible, la convirtieron en una escoria, redujeron a PDVSA a un disfuncional y corrupto ministerio de programas asistencialistas.
Los bandidos han hecho del gobierno un lucrativo negocio para sus ocupantes dejando en el dolor y la inopia a las mayorías. La parodia electoral del 20-M ha sido concebida para despacharse la verdadera elección presidencial que corresponde este año y continuar con el modelo ruinoso que los hace rico a ellos y pobre a los demás, así funciona esa ecuación perversa.
La AN único poder legítimo autorizó el antejuicio de mérito a Maduro planteado por el TSJ legítimo, por corrupción propia y legitimación de capitales. Observamos para el bien de la nación el tan deseado reagrupamiento de la oposición. La salida constitucional del ocupante de Miraflores es lo que procede, dejó de ser presidente, pasó a juicio, para que demuestre su inocencia en el bochornoso negociado con odebrecht. Quedó inhabilitado para ejercer cualquier cargo público. La FA tiene la palabra para hacer cumplir la Constitución. Si el moreno Maikel y su banda espuria del TSJ se oponen, serán castigados por desacato y obstrucción a la justicia.
Si Maduro desconoce el juicio incoado contra él y asiste zafiamente a su farsa electoral, deja de ser presidente por partida doble, pierde ante la comunidad internacional el atisbo de legitimidad de origen que le restaba. Los países reconocen al TSJ legítimo y desconocen el parapeto montado por la fraudulenta ANC para el 20-M. Lo que viene son mas sanciones para los ladrones, sus testaferros y empresas vinculadas.
La trama de corrupción de Odebrecht versa sobre el manejo de obras no concluidas por un monto de 1.790.366 millones de dólares. Es una de las causantes de la crisis humanitaria y pobreza que padecemos, de la miseria, muerte, falta de comida, medicinas, diáspora y Venezuela sin agua. Maduro nos ha dejado en una situación de mendicidad.
Este es el momento de creer más que nunca en nuestra lucha y no dejar la calle. Preparémonos para dar inicio a la recuperación de la libertad y la reconstrucción del país. La esperanza de cambio llamea a lo largo y ancho de Venezuela.
¡Libertad para los presos políticos y regreso de los exiliados!