Autoridades de Nicaragua liberaron este martes a decenas de jóvenes detenidos en las protestas de la última semana, al tiempo que levantó el bloqueo a la transmisión de un último canal censurado, informaron fuentes de derechos humanos.
Sin embargo, la salida de los detenidos generó molestia porque “los fueron a dejar tirados sobre la carretera (…) de manera abusiva para la dignidad de detenidos y familiares”, dijo a la AFP, el subdirector del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Gonzalo Carrión.
Las protestas, con saqueos y violentos choques entre manifestantes y la policía, han dejado al menos 27 muertos, según el CENIDH y el gobierno.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en Ginebra, instó “a las autoridades nicaragüenses a asegurar que haya investigaciones prontas, profundas, independientes y transparentes de estas muertes”, muchas de la cuales pudieron haber sido “ilegales”.
Decenas manifestantes habían sido detenidos desde el estallido de las violentas protestas el miércoles pasado contra la reforma al sistema de pensiones, decreto que finalmente fue revocado por el presidente Daniel Ortega el domingo, aunque el clima de desasosiego se mantuvo.
La vicepresidenta Rosario Murillo anunció el lunes que el gobierno había accedido a dejar libre a los jóvenes presos por petición del arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, con el fin de crear un clima propicio al diálogo para buscar una salida a la turbulencia en el país.
Las autoridades del sistema penitenciario “no quieren reconocer la cantidad de detenidos, pero los que han sido liberados dan testimonio que son cientos de detenidos en celdas congestionadas”, apuntó Carrión.
– Canal reanuda transmisiones –
En otra señal de distensión, el canal privado 100% Noticias volvió a transmitir por su señal de cable, tras ser bloqueado por las autoridades al inicio de las manifestaciones cuando transmitía las protestas en vivo.
Cuatro canales fueron bloqueados en ese momento, tres de los cuales recuperaron la señal en menos de 24 horas.
Jaime Suárez, gerente de uno de los medios bloqueados, Canal 23, comentó a AFP que el bloqueo ha tenido efectos que van más allá del tiempo que estuvieron fuera del área.
“Los anunciantes comienzan a vernos con recelo, piensan que si somos una empresa que tiene problemas con el gobierno mejor no tener relación con nosotros”, lamentó.
Analistas consideran que la crisis vivida en Nicaragua expuso la disconformidad con las tendencias autoritarias del gobierno de Ortega y la necesidad de abrir espacios democráticos.
Decenas de miles de personas exigieron el lunes en marchas en Managua y otras ciudades el fin de la represión de las protestas.
“La gente pide democracia, libertad, elecciones libres, un gobierno transparente, separación de poderes, estado de derecho, la gente quiere libertad”, declaró el excanciller nicaragüense Norman Caldera a la AFP.
– “Que se vayan” –
Los nicaragüenses muestran su hartazgo con las maniobras de Ortega para lograr su reelección en 2011 y en 2016, para concentrar el poder, controlar el Congreso, la Justicia y el tribunal electoral.
“Daniel y Somoza son la misma cosa”, se leía en una pancarta en la marcha del lunes en Managua, que congregó a estudiantes, trabajadores y empresarios. El régimen de Anastasio Somoza, cuya familia gobernó con mano de hierro en Nicaragua, fue derrocado por la revolución sandinista en 1979.
“Que se vayan Ortega y Murillo”, gritaban para reclamar la salida del presidente y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Murillo, portavoz del gobierno, tendió un ramo de olivo a los manifestantes al declarar: “tenemos la fe de salir adelante unidos, que somos capaces de volvernos a entender como en tiempos duros y de retomar las formas de reconciliación”.
– “Menosprecio” –
Los manifestantes se apoyaron en las redes sociales para convocarse, denunciar y colgar videos sobre la forma en que eran heridos o muertos sus compañeros, lo que originó una indignación nacional que desafió los esfuerzos del gobierno por controlar la información en sus medios de comunicación.
El excanciller Caldera considero que el primer paso para aplacar la crisis es abrir un diálogo incluyente.
La Asamblea Nacional (congreso) aprobó este martes por unanimidad un “llamado al diálogo y la paz”, dijo el diputado oficialista Carlos López, mientras activistas exhibían frente a la sede legislativa pancartas de apoyo al diálogo.
El gobierno “debe abrirse a la discusión de los más básicos valores de la democracia, la institucionalidad, el estado de derecho y los derechos humanos”, instó por su parte Serrano.
Ortega convocó el sábado al sector privado a un diálogo, pero el poderoso Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) -que había sido su aliado desde 2007 hasta que se desató esta crisis- lo condicionó al cese de la represión, la liberación de los detenidos en las protestas y la inclusión de todos los sectores de la sociedad.
En tanto, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, declaró que no había “condiciones para ningún diálogo” y llamó a “detener la represión, liberar a los jóvenes presos, restituir la transmisión del Canal 100% Noticias”.
AFP