Un juez peruano ordena capturar a dos sospechosos de linchar a canadiense

Un juez peruano ordena capturar a dos sospechosos de linchar a canadiense

Por Roberto CORTIJO | Policías y habitantes de la localidad de Yarinacocha en Perú desentierran el cuerpo de un canadiense presuntamente involucrado en el asesinato de una líder indígena, el 21 de abril de 2018. AFP
Policías y habitantes de la localidad de Yarinacocha en Perú desentierran el cuerpo de un canadiense presuntamente involucrado en el asesinato de una líder indígena, el 21 de abril de 2018. Foto: AFP

 

La policía peruana busca el martes a dos sospechosos del linchamiento, publicado en las redes sociales, de un ciudadano canadiense sospechoso de haber matado a tiros a una líder indígena en la Amazonía.

El juez David Panduro ordenó el arresto de José Ramírez y Nicolás Mori “por el presunto delito de homicidio calificado”, dos días después de que fuera hallado el cadáver del canadiense Sebastian Paul Woodroffe y circularan imágenes de su linchamiento por parte de una enardecida turba.





Woodroffe, de 42 años, fue linchado cerca de donde la líder de la comunidad amazónica Shipibo-Konibo, Olivia Arévalo, de 81 años, fue acribillada el jueves a tiros en su casa en la región Ucayali, en el noreste de Perú.

El cadáver del canadiense, quien era el sospechoso de haber matado a la líder y curandera indígena, fue encontrado el sábado por las autoridades.

“Estas personas tienen que decir mucho, saben mucho, ellos saben los motivos por los que le dieron muerte a este ciudadano canadiense. Pedimos a la policía que cumpla su trabajo y pueda capturarlos”, dijo este martes en conferencia de prensa el fiscal Ricardo Jiménez en la ciudad de Pucallpa, región amazónica de Ucayali.

Jiménez agregó que la investigación es coordinada con la policía con el fin de encontrar a los implicados en la muerte del canadiense.

La fiscalía informó más tarde que el cuerpo de Woodroffe fue trasladado por personal del consulado de Canadá a Lima, donde será cremado para luego retornar a su país.

El fiscal de la Nación Pablo Sánchez recibió a la embajadora de Canadá en Perú, Gwyneth Kutz, con quien conversó sobre la investigación del caso.

El Consejo Shipo Konibo Xetebo (Coshikox) condenó las muertes y se deslindó de actos que promuevan la violencia, alegando que esa comunidad amazónica predica “una cultura de paz”.

“Condenamos los actos de violencia que se suscitaron con la cultura shipibo y también con la otra parte, porque fueron dos vidas las que se perdieron”, dijo Ronald Suárez, presidente del Coshikox, organización que agrupa a líderes de la etnia, en declaraciones a IDL radio.

El dirigente deslindó responsabilidades con la muerte del canadiense: “No promovemos ningún acto de violencia. Como cultura indígena, siempre hemos vivido en una cultura de paz y en armonía con la naturaleza”.

– “Por favor, no” –

Woodroffe vivía desde hace un par de años en esa zona amazónica de Perú, donde había adquirido 20 hectáreas de terreno, según medios locales.

De acuerdo a la fiscalía, uno de los principales móviles del crimen de la líder indígena sería una deuda impaga de 14.000 soles (unos 4.300 dólares) que tendría su hijo con el ciudadano canadiense.

La hipotésis es que “este ciudadano canadiense había tenido una relación con la señora Olivia Arévalo por una cuestión de préstamo de dinero”, explicó Jiménez tras señalar que el extranjero había comprado un arma el 3 abril.

“Al parecer no se cumplió con el pago y en venganza se ha producido esta muerte”, indicó el fiscal.

El gobierno peruano, al anunciar el viernes que el canadiense era sospechoso de haberla matado, dijo que se investigaba si se trataba de una disputa personal o de un atentado contra líderes indígenas.

En el crudo video difundido en las redes sociales, se ve a Woodroffe tirado sobre un charco de agua, ensangrentado y rogando por su vida, mientras es rodeado por la enardecida turba. Luego se ve a un hombre que intenta ponerle un cinturón en el cuello.

“Por favor, no”, exclama el canadiense mientras se escucha una voz que dice “tú te lo buscaste” y el hombre le pone el cinturón alrededor del cuello.

Según la fiscalía, la causa de su muerte fue el estrangulamiento luego de sufrir múltiples lesiones.

– Disparó y huyó en motocicleta –

Según la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, un hombre con acento extranjero llegó el jueves hasta la vivienda de Arévalo, la llamó por su nombre y cuando ella apareció en la puerta, le disparó sin decir una palabra. A continuación huyó en una motocicleta.

El primer ministro peruano César Villanueva había prometido el viernes que las autoridades harían todo lo posible para encontrar al responsable del crimen de la curandera.

“Como amazónico, me siento muy consternado por el asesinato de Olivia Arévalo, lideresa Shipibo-Konibo”, escribió entonces Villanueva en su cuenta de Twitter.

La etnia Shipibo-Konibo habita en las regiones amazónicas de Ucayali, Madre de Dios, Loreto y Huánuco. También familias de esa comunidad han emigrado a Lima en busca de trabajo.

Con 31.000 habitantes, es una de las etnias con más población en la Amazonía peruana.

No es la primera vez que matan a un líder indígena en Ucayali.

En setiembre del 2014, cuatro líderes de la comunidad asháninka de Alto Tamaya-Saweto fueron asesinados en la frontera con Brasil. Se sospechó de madereros ilegales y narcotraficantes que los tenían amenazados.

AFP