“Parlanchines de BB” in caña veritas por @ArmandoMartini

“Parlanchines de BB” in caña veritas por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini
Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

 

Acudir al botiquín, bar, tugurio, prostíbulo, restaurant, tasca, cervecería, o como quiera llamarlo -tal como están las cosas, en la casa de un amigo- participará y escuchará todo tipo de chismes, humoradas, alardes, rumores, abstracciones, que incrédulos lenguaraces y chismosos habituales llaman “cuentos de bar y burdel”, “parlanchines de BB” in caña veritas. Que por mucha o poca credibilidad que le otorguemos, se pasa sabroso un buen rato entre amigos, donde además de amontonar ideas como saco de gatos, no siempre se comprueba si son verdades o especulaciones.

Hoy la costumbre se ha expandido al infinito de las redes sociales, pero nunca perderá vigencia, aunque por los costos e inseguridad se trasladen a salas, balcones, terrazas. Tuits y mensajes de texto hacen de cada emisor reportero, opinador, analista. Pero nada es mejor que un encuentro con grata discusión. Diría un aplicado BB: “¡política sin caña no es política!”.





Se habla, escucha, interpreta, tergiversa, añade, condimenta, quita, y nunca falta el “amigo que me dijo”, “la señora que trabaja en”, “el nieto del militar sobrino de mi amiga” y demás orígenes “confidenciales”, la chismografía sigue siendo fuente de información con vida propia, altamente participativa, entretenida y de diaria innovación.

Falsón o Falduro es un invento para dar la impresión de oposición democrática y legitimidad, irrefutable ¿y por qué no una operación financiera? innegable, o quizás pretende posicionarse como dirigente. Es populista, charlatán y del tema Esequibo ignorante. Consciente de su derrota, busca tener cifras y porcentajes que le adjudiquen sus amigotes chavistas y ratifiquen camaradas cubanos para convertirse en la contraparte dócil, obediente, disciplinada y conveniente. ¡Qué vergüenza para el gentilicio larense! gimió un barquisimetano, que se iniciaba con cocuy de penca para hacer buche.

“¿Qué Maduro tiene triple cara? Si, ante el chavismo, el país y una en busca de solución propia, Cuba o algún lejano país”. “¿Y Diosdado? Ese está amarrado, no le queda más remedio, pero escudriña silencioso adecuadas y personales tramitaciones, ¡tonto no es! ¿se irá?, ¿pa’ donde mi alma? exclamó el caroreño, se lo están sacudiendo”. “¿Y quiénes mandan? Los de La Habana, y sus ejecutores los ‘hermanitos maravilla’ ”.

“El pastor Bertucci apoyará a Falcón”, “¡eso es imposible!” salta y exclama algún animoso que no se sabía evangélico, “llegará de segundo… ¡está pactado!, lo dijo el primo de la hermana de mi cuñado que trabaja en el comando”. “¡Qué lavativa con la Conferencia Episcopal solicitando prórroga y condiciones electorales, se contagiaron con el virus mudero!”. Y un carupanero en pirueta, “carajo compai ¿qué otras cosas pueden decir los curas?, ¡de vaina y no los meten presos a todos!”. 

De repente, aviones cruzaron Caracas, celulares recalentados con llamadas, no cesaron coletillas, incluyendo la práctica para el 19 de abril; la complicidad militar con festejos y hasta golpe -sin pensar, en un coup d’ état hay bombardeos-, pero las ruidosas naves no estaban atacando y al resaltar el detalle, un bebedor fastidioso tildo de “bolsa” la observación. “No te das cuenta, ¿cómo van a bombardear si no llevan misiles? ¡están practicando, provocando, avisando el alzamiento!” Las carcajadas opacaron la atronadora tarde.

Entre cigarrillos, pasapalos, tragos y café, decía la abuela “hablan más pendejadas que un libro de primaria” y los cómplices encubridores, beneficiarios de contratos y simpatías, hampones del tesoro público, asaltantes de las finanzas ajenas, también gozan sus dimes, chismes, sustos y diretes.

Sobran los que afirman -con o sin razón- sobre cierta oposición, y especialistas en rasguñar a un Frente Amplio, sin rostro, que no cuajó y se desprestigia vertiginoso como el gobierno, los que cuentan historias reales, transferidas y adaptadas, hasta de alguno que vió, años ha, a un político y le costó creer que la “bendecida y afortunada” acompañante era su esposa y no “un peluche”; o quien por casualidad observó a fulano o zutana y desconocía que eran gays. ¡Lo que cuenta es hablar!

El anfitrión aclara, “el whisky que beben los escoceses juiciosos no es ese ‘aguardiente 18 años para cobrarle a bobos’, el bueno es éste, de 8”. En compañía grata alrededor de frascos repletos de líquido ambarino, se contribuyen soluciones y se “acomoda el mundo”; se tejen, entretejen y destejen conspiraciones, intrigas, derrocamientos, transiciones y candidaturas, que tienen éxito en perder popularidad y crédito. 

Sobre el cambio en Cuba, “es maquillaje”, “un prólogo a la muerte del casi nonagenario”, “primer paso para la erradicación del tiránico, miserable castrismo y el comienzo de la libertad”. Un entusiasta pasado de tragos aseguró que “el próximo presidente cubano será Marco Rubio” -olvidando que el senador por Florida, nació en el imperio. Risas escandalosas y espontaneas preñaron el ambiente.

Unos dicen que Cuba caerá y en su caída arrastra a Venezuela, otros interpretan lo contrario. Y un despabilado grita “Raúl Castro se llevará esa contrariedad a la tumba”, y un jodedorcito abuchea y señala, “¡no, mi pana, esa arrechera lo llevará al sepulcro!”.

Lo unánime, independiente del nivel alcohólico ingerido, es que “el 20M no hay elecciones sino una estafa simulada”; los alegres bebedores manifestaron categóricos su rechazo y ninguno participará en la bribonada. Saltó un maracucho juerguista “¡vergación!, ¿la economía y el voto castigo?” “Usted es toche, olvídese de esa lavativa”, le contestó el siempre afable gocho, “en esta payasada de títeres y marionetas, no existen reglas”.

La conclusión por aclamación etílica es que “el régimen madurista es el peor de la historia”, mucho decir en un país prolífero en malos gobiernos, mientras los pesimistas a punto de inconciencia por exceso, temen se prolongue, “¡los partícipes cooperantes no saben qué hacer, no dan pie con bola, se equivocan y además son embusteros!”, Vociferó uno “me tomo el ultimo”, indicó otro “¡Nunca diga eso muñeco, siempre el penúltimo!”, “Uno más y me voy, la cañadonga esta buena, pero se hace tarde”.

Solo queda en la memoria cuando “ya es tarde” surgía a eso de las 3 de la madrugada, nos encontrábamos en una arepera, se degustaba una reina pepiada, dominó, peluda o hervido de gallina, y para los arriesgados, atrevidos de estómago fuerte, una de chicharronada, huevos de codorniz o un mondongo; ahora el temor al hampa malandra que pulula, nos lleva a retirarnos cuanto apenas comienzan los hermosos atardeceres.

Habladurías, chismes y cierres tempraneros de BB.

@ArmandoMartini