Se estima que más de 1,2 millones de venezolanos viven en el exterior, de los cuales casi un millón residen en Colombia, quienes envían un promedio de 100 dólares mensuales a su familia.
Por Diana Lache / El Espectador
Los efectos positivos en la economía se verán en el mediano y largo plazo al mismo tiempo que se aminoren los brotes xenofóbicos, se contraten profesionales sin mirar su pasaporte y se corrijan los errores de la política de migración.
Primero llegaron 31 inversiones venezolanas como Alimentos Polar, Farmatodo, Locatel, Congrupo; cadenas de restaurantes, agencias digitales, entre otros, que representaron un ingreso de capital de 989 millones de dólares en la última década.
Este es uno de los factores más positivos. La generación de empleos, emprendimiento de negocios, nuevas unidades productivas, competencia sectorial, diversificación del mercado, y por ende el pago de impuestos. Con respecto a los casos de empleos formales, hay al menos 8.200 venezolanos que están aportando al régimen contributivo.
Alexandra Castro, miembro del observatorio de Migración de la Universidad Externado, señala que esto demuestra que no todos los venezolanos son una carga para el Estado.
Los profesionales calificados se destacan bastante, pues durante muchos años en Venezuela la calidad de la educación pública era mucho más alta que en Colombia; esa buena preparación se ve reflejada en la transferencia de conocimiento a sus colegas locales.
Para Castro, cada venezolano suma, y así ha llamado su iniciativa para darle un enfoque positivo a esta etapa con el fin de acabar con los estereotipos.
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