Un grupo tuareg maliense denunció hoy una nueva matanza de 17 civiles supuestamente fue perpetrada ayer a manos de un grupo yihadista en las localidades de Tindinbawen y Taylalene (región de Menaka, norte de Mali).
Los autores de esta “ejecución sumaria” fueron seguidores del Estado Islámico (EI) en el Sahel, facción local dirigida por Abu Walid al Saharaui, indicó el grupo GATIA (pro gubernamental) en un comunicado.
Esta acción pudo deberse a un deseo de venganza por parte del EI tras la destrucción, el pasado 22 de febrero, en la zona, en una operación conjunta de los ejércitos de Níger y Mali, ayudados por milicias de la misma GATIA.
Hasta el momento, ninguna fuente oficial se ha pronunciado sobre la nueva matanza, que incluyó la quema de varias casas con sus habitantes dentro, que perecieron carbonizados, siempre según GATIA.
De confirmarse estos hechos, se añadirían a las matanzas perpetradas en las localidades de Aklaz y Akawas (también en Menaka) los pasados 26 y 27 de abril y que se saldaron con 47 civiles muertos, según datos provisionales recogidos por la Misión de la ONU en el norte de Mali (Minusma).
Según el comunicado de GATIA, es el mismo grupo del EI el autor de todas las matanzas, pero la Minusma todavía no ha acusado a ninguno en concreto, tras prometer el pasado lunes el envío de una misión de investigación a Aklaz y Akawas para establecer las responsabilidades en aquellos hechos.
En el norte de Mali, de mayoría tuareg, la población civil es cada vez con mayor frecuencia víctima de la violencia entre los distintos grupos yihadistas y las Fuerzas Armadas y policiales malienses.
Aunque la mayor parte de las veces los ataques son obra de los grupos yihadistas, organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado recientemente la implicación de las Fuerzas Armadas malienses en torturas, ejecuciones extrajudiciales y otros tipos de abusos conta la población civil por su supuesta complicidad con los yihadistas. EFE