La forma en que por excelencia se expresa el derecho a la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, es a través del sufragio activo o pasivo; es decir, el derecho a elegir y ser elegido en cargos de dirección del poder público. Esto en pocas palabras se traduce en cualquier democracia del mundo en ”votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”, tal como lo establece el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos consagrado en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ahora bien, aunque este es un principio universal, lo que ha sido y sigue siendo particular es la forma en la que las autoridades electorales administran los procesos comiciales. Esto depende del marco normativo de cada país y de las necesidades que este tenga.
Desde finales del siglo XX y las casi dos décadas que van del siglo XXI hemos venido observando la incorporación de la tecnología a los procesos electorales, con el fin de mejorar aspectos claves de los mismos, que van desde la administración del padrón electoral, la inscripción de candidaturas, el instrumento de votación, las fases del escrutinio de forma automatizada y el envío de la información a centros de totalización.
Dentro de este abanico de soluciones tecnológicas, está la que desafía al tradicional voto presencial, y es conocida como el voto electrónico remoto, que es la emisión del sufragio a través de cualquier dispositivo fijo o móvil con conexión a Internet.
Uno de los países que ha incorporado la votación remota por internet es Estonia, del cual poco conocemos porque es muy distante a nuestra geografía americana. Estonia es uno de los países menos poblados de la Unión Europea, con aproximadamente 1 millón 500 mil habitantes y con un padrón electoral de aproximadamente de 500 mil electores.
Conforme a nota informativa “Principios básicos del sistema de voto por Internet de Estonia” publicada en su sitio web por Smartmatic, Estonia aprobó en 2002 una Ley que autoriza la votación remota por internet en sus procesos electorales, la cual se comenzó a aplicar en las elecciones de 2005.
El portal web gemalto.com en la nota informativa “El voto electrónico: una realidad que ya no sorprende a nadie en el país” resalta que esta ley, denominada iVoting, permite a “los votantes un canal adicional a través del cual expresar su voto con el fin de aumentar la participación electoral mediante una mejor accesibilidad.”
Esta solución tecnológica necesita de ciertas condiciones para ser plausible y útil. En el caso de Estonia, según la mencionada publicación de Smartmatic “…aproximadamente 80% de la población de edades comprendidas entre los 16 y 74 años usa Internet, y un porcentaje similar tiene acceso a Internet en su hogar.”
¿Cómo se identifica al votante?
Para el ejercicio de la votación remota por internet, los electores deben utilizar la tarjeta de identificación para autenticación electrónica; y en este sentido agrega Smartmatic que también “en 2002, Estonia implementó una tarjeta de identidad nacional que constituye la base de su infraestructura de gobierno electrónico. Dicha tarjeta es ampliamente usada; más del 90% de la población en edad para votar posee una, y ésta contiene una firma digital que le permite al ciudadano firmar transacciones electrónicas para proveer prueba de su autenticidad.”
Sin embargo, como todos los procesos en evaluación mientras se implantan, el voto remoto por internet en Estonia convive con el voto tradicional con boletas de papel en los centros electorales, y el voto anticipado, que es la otra opción que tienen los votantes, que permite enviar sus boletas por correo antes del día de los comicios y votar en centros electorales designados.
Así lo deja muy claro el portal web gemalto.com en la nota informativa “El voto electrónico: una realidad que ya no sorprende a nadie en el país”, en la que afirma “El 3,13% de las personas con derecho a voto votó en línea en 2007. Para las elecciones europeas de junio de 2009, el 15% de las personas con derecho a voto lo hizo en línea. En marzo de 2011, el 25% de los votos emitidos fueron electrónicos. El procedimiento tarda un promedio de 2 minutos y se adoptó con fuerza este año entre los mayores de 55 años de edad.”
Los ciudadanos electores de Estonia han tenido la oportunidad de votar en ocho ocasiones por medio de la Internet: en las Elecciones Municipales de 2005, 2009, 2013 y 2017; en las Parlamentarias de 2007, 2011 y 2015; y para el Parlamento Europeo en 2009.
En las Elecciones Parlamentarias del 1 de marzo de 2015, la participación a través del voto en línea fue de un 30%, superando a las anteriores elecciones de 2011 en 5%. En esta misma medida se incrementó la votación remota por internet en las últimas elecciones del 15 de octubre de 2017, lo cual una tendencia ascendente desde que fue implementada por primera vez en 2005, cuando solo 9 mil 317 ciudadanos votaron en línea.
Como aspectos relevantes de la votación en línea en Estonia, Smarmatic en su nota informativa “Estonia establece nuevo estándar para las democracias digitales”, menciona la participación de 176 mil 328 electores en los comicios parlamentarios de 2015, que representó el 30% del total del padrón electoral de ese año, mientras que en las Elecciones Parlamentarias de 2011 la misma fue de 25%, los votos emitidos en línea que vienen del extranjero representaron el 5,71% del total. También subraya que el 12% de los votantes en línea utilizaron sus teléfonos celulares para autenticarse; el 4,3% de los votantes en línea verificaron su voto mediante sus teléfonos celulares y que el 53% de los votantes en línea fueron mujeres.
En cuanto a las últimas elecciones celebradas el 15 de octubre de 2017, que fueron locales, Smartmatic afirma en la nota informativa “Estonia alcanza récord de participación en línea con nuevo sistema de votación” publicada en su portal web, que se alcanzó “un récord en participación en línea y registrando el voto en línea de 186.034 ciudadanos, 39% más que las elecciones locales anteriores y 5% más que en las últimas elecciones parlamentarias.”
La pregunta que pudiera surgir a cualquier ciudadano en el mundo es cómo logró Estonia que los electores tuvieran confianza en el voto remoto por Internet, respuesta que nos ofrecen Ülle MADISE, Epp MAATEN y Priit VINKEL en el libro “Voto por Internet en Estonia” cuando explican que “en todas las elecciones en las que se utilizó el voto por Internet, previo al periodo de votación, el gobierno permitió que todos los individuos elegibles para votar tuvieran la oportunidad de poner a prueba el sistema de I-voting con el fin de alentar a las personas para que vieran cómo funcionaba el sistema. Esto ayudó a los votantes a detectar cualquier problema que pudieran encontrar antes de que el verdadero periodo de votación por Internet comenzara. En Estonia, las principales preocupaciones entre los funcionarios electorales del país, los observadores externos, los partidos políticos y los ciudadanos, se relacionan con la adquisición del hardware y software necesarios para utilizar una tarjeta de identificación en una computadora personal, con la actualización de los certificados vencidos de las tarjetas de identificación o de identificación móvil, y con la renovación de los códigos PIN necesarios para el uso electrónico de la tarjeta de identidad o de identificación móvil.”
Además, Smartmatic asegura en su nota informativa “Estonia alcanza récord de participación en línea con nuevo sistema de votación” que, a partir de las últimas elecciones locales de 2017, los votantes tuvieron “la posibilidad de seguir el rastro de sus votos, desde que lo registra hasta que se totaliza, para verificar que el voto se contó correctamente.”
La incorporación de este nuevo sistema con la finalidad de incrementar los niveles de seguridad del proceso electoral, fue creado por Smartmatic y Cybernetica. En este particular, Antonio Mugica, CEO de Smartmatic informó que “el continuo crecimiento de la participación en línea en las elecciones de Estonia confirma que el voto por Internet satisface las necesidades de los votantes. Los estonios confían en el sistema, desde los ciudadanos comunes hasta el presidente de la nación”.
Como el voto remoto por internet está asociado a la firma digital de cada ciudadano elector, Smartmatic afirma en la nota informativa sobre “Principios básicos del sistema de voto por Internet de Estonia” que “Los votantes pueden emitir votos por Internet tantas veces como deseen. Ya que cada voto es firmado digitalmente y tiene un sello de tiempo electrónico, sólo se cuenta el último voto emitido. Los votantes también tienen el derecho de votar en persona en los centros de votación el día de la elección, lo cual anula cualquier voto por Internet emitido previamente. “
En cuanto a la garantía del secreto del voto, el sistema cuenta con un esquema de “doble sobre” electrónico, cuya función es que, luego de que “el votante ha depositado su boleta por Internet, el voto es cifrado (sobre interno) usando la clave pública de la elección, y es posteriormente firmado digitalmente (sobre externo) con la identidad digital del votante. El voto firmado y cifrado se envía al servidor de votación a través de una conexión segura (capa de transporte cifrada), donde es almacenado de manera segura en una fase completamente cifrada hasta el cierre de la elección. Luego del cierre de la elección, los votos electrónicos son mezclados criptográficamente para hacer que su orden sea aleatorio, y las firmas digitales de los votantes son separadas de los votos cifrados para mantener su anonimato. El sobre externo (firma digital) es revisado para validar que el elector sea un votante registrado y para asegurar que sólo se cuente un voto por elector. Entonces, los votos cifrados son llevados a un servidor de conteo fuera de línea (air-gapped), donde son cifrados esta vez con la clave privada de la elección. La clave privada sólo puede ser creada mediante la colaboración de los miembros de la junta electoral, cada uno de los cuales posee una sección secreta de la misma. Los votos son entonces descifrados y tabulados, generando los resultados electorales de manera rápida y precisa.”
La votación remota por internet es una opción que, aunque todavía no desplaza a la votación tradicional en Estonia, ha ido avanzando por las ventajas que ofrece en cuanto a comodidad a los electores, al poder hacerlo desde sus hogares y no tener que acudir a los centros de votación el día de la elección o de las consultas refrendarias. Esta facilidad también tiene efectos positivos en el aumento de la participación de los ciudadanos, además de ofrecer otras ventajas, como que el escrutinio y la totalización sean más rápidos.