Gina Haspel, nominada por el presidente Donald Trump para dirigir la CIA, se comprometerá el miércoles a no restablecer el programa de interrogatorios que existió entre 2002 y 2005, considerado como un sistema para torturar detenidos.
AFP
Haspel, quien durante tres décadas realizó operaciones encubiertas en la Agencia Central de Inteligencia (CIA), enfrenta oposición por el rol que jugó en 2002 en una prisión secreta de Tailandia, donde detenidos de Al Qaeda fueron torturados con una técnica de simulacro de ahogamiento.
“Entiendo que muchas gente en todo el país quiere saber mi opinión sobre el antiguo programa de detenciones e interrogatorios de la CIA”, dijo la funcionaria, según extractos del testimonio que dará durante su comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado.
“Habiendo servido en tiempos convulsos, puedo ofrecer mi compromiso personal, claro y sin reserva, de que bajo mi liderazgo en la CIA no se restablecerá tal programa de detención e interrogatorios”.