La decisión de ConocoPhillips de embargar los activos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en el Caribe establece un peligrosísimo precedente legal que podría sepultar a la quebrada compañía estatal bajo una marejada de reclamos similares y mermar severamente su capacidad de vender crudo, dijeron expertos.
Por Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
La decisión, que se produce en el marco del acelerado deterioro de la capacidad de producción de crudo, podría llevar a acreedores a salir masivamente a buscar activos venezolanos en el extranjero para embargar, incluyendo los despachos de petróleo, para tratar de recuperar algo de los más de $40,000 millones que Pdvsa tiene en obligaciones y en reclamos.
“Ahora los acreedores se están diciendo, mira, ya tenemos confirmación de que sí se puede salir a embargar a Pdvsa, y muchos de ellos van a apresurarse a acudir a las cortes para introducir sus propias órdenes de embargo”, comentó desde Washington Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma Inter American Trends.
“Estamos ante el comienzo de una bola de nieve”, agregó desde Miami Russ Dallen, socio gerente del banco de inversión Caracas Capital. “Ahora que la gente ha comenzado a demandar vamos a ver una corrida, porque nadie quiere ser el último tipo en la fila”.
La petrolera estadounidense procedió a embargar los activos de Pdvsa en el Caribe para hacer cumplir un laudo arbitral de $2,000 millones relacionado con la nacionalización de los proyectos de Conoco en Venezuela en 2007.
Hasta hace unos días, muchos acreedores se estaban haciendo de la vista gorda con la situación del default técnico en que se encontraba Venezuela, dado que el régimen de Nicolás Maduro estaba dando señales de estar dispuesto a pagar, aunque tarde, las deudas que no podía pagar a tiempo.
Pero el juego cambió con ConocoPhillips.
“En vista de lo difícil que va a ser para toda esta gente cobrar lo que se les debe, especialmente porque hay muchos acreedores, una gran deuda y muy pocos activos que pueden ser obtenidos, me temo que esta situación va a propiciar un efecto dominó, un gran nerviosismo en los mercados, y que de la noche a la mañana veamos un incremento significativo en este tipo de acciones judiciales”, explicó desde Londres Diego Moya-Ocampos, analista para las Américas de IHS Markit.
Las señales ya han comenzado a verse.
La minera canadiense Rusoro introdujo una demanda esta semana en una corte de Houston para que se le permita embargar los activos de Citgo, filial estadounidense de Pdvsa, lo que de concretarse podría propinar un devastador golpe al futuro petrolero de Venezuela, comentó Dalle.
El factor determinante en el caso es un esperado pronunciamiento sobre si actuar judicialmente contra Citgo y Pdvsa es lo mismo que actuar judicialmente contra el Estado venezolano, declaración de “Alter Ego” que le abriría las puertas a los tenedores de los vencidos bonos de la República de Venezuela a introducir sus propias mociones de embargo contra la industria petrolera venezolana.
“Creo que Rusoro probablemente decidió actuar al ver como ConocoPhillips se saltaba la fila de los demás acreedores y comenzaba a embargar activos en el Caribe, tomando control de terminales y de unidades de almacenamiento”, dijo Dallen.
Rusoro reclama el pago de $1,300 millones tras la expropiación de sus operaciones de minería de oro en Venezuela.
Y en una nueva señal de lo que está por venir, el ex proveedor de Pdvsa White Beech SNC, LLC. introdujo en la tarde del lunes una demanda por incumplimiento de pagos de una emisión de bonos de $25 millones que la estatal petrolera dejó de servir.
Según los documentos de la corte, la estatal petrolera entró en default con la emisión del bono denominado Pdvsa 6.5 por ciento del 2019 , que fue emitido el 4 de enero del 2018 cuando incumplió con el pago de $3.5 millones en intereses y amortización de capital.
La posibilidad de que Pdvsa pueda ver en un futuro cercano a decenas de inversionistas introduciendo solicitudes de embargo sobre sus activos alrededor del mundo podría paralizar severamente su capacidad de vender crudo.
Venezuela, cuya producción ha caído desde los niveles previos al chavismo de 3.4 millones a los actuales 1.4 millones, podría ver sus ventas de crudo afectadas en hasta 700,000 barriles diarios con este fenómeno, propinando un duro golpe a los ingresos petroleros del régimen de Maduro, dijeron los expertos consultados.
“La situación se está complicando aceleradamente, se está tornando cada vez más difícil”, comentó desde Miami el experto petrolero Horacio Medina, al explicar los riesgos que podría enfrentar la empresa estatal si, por ejemplo, sus despachos de crudo a países como Estados Unidos comienzan a enfrentar órdenes de embargo.
Esa situación podría poner en riesgo una porción importante de los despachos hacia países como Estados Unidos, ya que estos podrían estar en riesgo de ser confiscados. También podría poner en riesgo la posibilidad de que la empresa use sus propios tanqueros, obligando a contratar los servicios de armeros que desde hace algún tiempo han estado evitando trabajar con Venezuela ante la comprometida capacidad de pagos de la nación sudamericana.
El embargo de ConocoPhillip genera un gran problema para las operaciones de las empresas, ya que pone en riesgo el crudo extra pesado que solía almacenar en el Caribe para mezclarlo con crudo liviano importado de otros países, operación que se había vuelto fundamental para mejorar la calidad del petróleo venezolano lo suficiente como para que pueda ser aceptado por sus clientes.
El embargo significa que Pdvsa ya no puede contar con esas instalaciones para realizar la crucial operación de mezclar el crudo, y el que previamente hayan tomado la decisión de hacerlo en Venezuela da a entender que la estatal petrolera simplemente no cuenta con las instalaciones apropiadas para hacerlo.
Según datos de la agencia de noticias Reuters, Pdvsa exportó el año pasado más de 400,000 barriles por día de crudo y productos refinados de las cinco instalaciones propias y arrendadas en Aruba, Bonaire, Curazao y San Eustaquio. Esos terminales manejaron alrededor del 24 por ciento de los envíos totales de la estatal venezolana.
Pero el gran golpe podría ser propinado si los acreedores logran embargar los activos de Citgo, advirtió Medina.
“Una eventual pérdida de Citgo sería devastador para el futuro petrolero de la nación, incluso después de salir de Maduro”, comentó Medina. “En Citgo reside la esperanza más grande de la industria, porque la empresa garantiza el acceso al mercado estadounidense, y ese mercado es fundamental para una eventual reactivación económica de Venezuela”.