La trama investigada por saquear 2.000 millones de euros de la compañía estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) urdió un plan para continuar haciendo caja después de que una jueza de Andorra abriera una causa por blanqueo en 2012. Así lo reseña elpais.com
Por Joaquín Gil / José María Irujo
Dos semanas después de que la magistrada Canòlic Mingorance ordenara el bloqueo de las cuentas bancarias de la red en Andorra, sus cabecillas diseñaron un plan B para seguir cobrando comisiones en otros paraísos fiscales, según la documentación a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
El grupo, integrado por exviceministros del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), maniobró en diciembre de 2012 para que compañías chinas agraciadas por las adjudicaciones de PDVSA abonaran comisiones en Panamá.
La organización contó para diseñar su nueva arquitectura financiera con el asesoramiento de un alto ejecutivo de la Banca Privada d’Andorra (BPA). El directivo ofreció a los investigados abrir cuentas en Panamá. Dijo que así sortearían los exámenes de compliance, el radar de los bancos que vela para prevenir el blanqueo de capitales.
Diego Salazar, un empresario venezolano que logró contratos millonarios de compañías chinas beneficiadas por PDVSA gracias presuntamente a su primo Rafael Ramírez, exministro de Energía y hombre fuerte de los gobiernos de Chávez, encontró en la dirección de la BPA un aliado.
Pablo Laplana, que en 2012 era director de la división internacional de la BPA, ofreció a Salazar que las empresas asiáticas beneficiadas por los contratos de la petrolera venezolana pagaran sus comisiones en un banco de la entidad andorrana en Panamá.
Conversaciones telefónicas grabadas por la Policía de Andorra demuestran cómo, pese al bloqueo de las cuentas en Andorra, responsables del banco del pequeño país pirenaico ayudaron a los investigados a mantener engrasada la maquinaria de cobro de comisiones.
El que fuera mano derecha y director financiero de Salazar, Luis Mariano Rodríguez, llamó el 14 de diciembre de 2012 al directivo de la BPA Pablo Laplana, Le explicó que los empresarios chinos no podían seguir pagando en cuentas bloqueadas.
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