Al menos 11 personas han muerto y 40 han resultado heridas hoy en tres atentados con explosivos en iglesias en las ciudad de Surabaya en el peor atentado en Indonesia contra centros religiosos cristianos desde el 2000.
Los ataques tuvieron lugar de forma sucesiva esta mañana en la misa del domingo en una iglesia protestante, una católica y otra pentecostal en la segunda mayor ciudad del país asiático, en el noreste de la mayoritariamente musulmana isla de Java.
El portavoz de la policía de la provincia de Java Oriental, Frans Barung Mengera, indicó a Efe que las autoridades continúan investigando la identidad de los autores, aunque fuentes policiales creen que pertenecen al grupo yihadista afín al Estado Islámico, Jemaah Ansharut Daulah (JAD).
El director de la Agencia de Inteligencia del Estado, Wawan Hadi Purwanto, mencionó en el canal MetroTV las siglas JAD y lo denominó el “viejo grupo”, en referencia a que es el más activo en los últimos años.
La primera de las explosiones tuvo lugar en la iglesia católica Santa María, donde murieron al menos cuatro personas incluido el autor del ataque.
Imágenes de una cámara de seguridad compartidas en las redes sociales muestran a un conductor en motocicleta que se adentra en la iglesia de Santa María e instantes después una nube de humo sale de la entrada del edificio.
A continuación hubo explosiones en la iglesia protestante de la calle Diponegoro, donde murieron dos personas, y después en la iglesia pentecostal de la calle Arjuno, donde hubo otras dos víctimas mortales.
La novena víctima falleció al llegar a un hospital de la ciudad indonesia mientras que las autoridades no han precisado dónde murieron las otras dos personas.
“Muchos motocicletas y automóviles se quemaron y hay un cerco de 100 metros” indicó un fotógrafo de la EPA, agencia participada por Efe sobre el ataque en Arjuno.
Además el equipo de desactivación de artefactos explosivos de la Policía Nacional neutralizó una bomba en el exterior de la iglesia en Diponegoro.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas en una intervención televisada desde el exterior de la iglesia pentecostal y afirmó que “el terrorismo es un crimen contra la humanidad, y no tiene relación con ninguna religión”.
Por su parte el secretario general de la Asociación de Iglesias de Indonesia (PGI, en indonesio), Gumar Gultom, indicó en una rueda de prensa que “no hay religión que enseñe violencia y asesinato, cualquier religión enseña humanidad, paz y amor”.
Es el peor ataque de este tipo en el archipiélago asiático desde que una serie de atentados con bomba en la Nochebuena del 2000 en varias ciudades terminasen con la vida de 18 personas e hiriesen a cerca de 100.
Aunque en los últimos años el objetivo principal ha sido la policía, las minorías religiosas, en especial la cristiana, también han sido blanco de los ataques islamistas.
El suceso tiene lugar después de que el martes pasado un grupo de prisioneros matase a cinco policías durante un motín con rehenes en una prisión de máxima seguridad al sur de Yakarta que duró cerca de 36 horas y en el que murió también uno de los reos, un convicto terrorista.
Indonesia, un país de mayoría musulmana donde el 88 % de los más de 260 millones de habitantes practican una forma moderada del islam, establece la máxima alerta las semanas antes del ramadán, que comienza dentro de dos días, porque son fechas elegidas por yihadistas para cometer atentados.
El país asiático ha sufrido varios ataques yihadistas, entre ellos el perpetrado en la turística isla de Bali en 2002, que causó 202 muertos. EFE