Los nicaragüenses se reunieron este miércoles otra vez para derribar un “Árbol de la vida” más, una estructura metálica de nueve toneladas de peso buque insigne del Gobierno que cayó sobre una persona que quedó atrapada bajo los hierros cuando la armazón se vino abajo y murió, reseñó EFE.
Reunidos en el Centro Modero de Managua, centenares de personas utilizaron una máquina de soldar para quemar los tornillos, una sierra metálica de mano y cuerdas gruesas para echar abajo la estructura, la décimo sexta que derriban desde que estalló la crisis hace casi un mes.
En esos momentos de euforia, en los que la gente estaba centrada en grabar este momento histórico, una persona -según constató Efe- murió al quedar debajo de este esqueleto metálico, de entre 15 y 20 metros de altura, que forma parte de un “bosque” que empezó a “brotar” a mediados de 2013 en puntos estratégicos de Nicaragua y que ahora son unos 140 en todo el país.
En los primeros instantes, las personas desconocían que alguien estuviera atrapado y se subieron encima del árbol, como de forma habitual, para gritar consignas contra el Gobierno, hasta que un grupo avisó de lo que sucedía, la gente se retiró y empezó a levantar a pulso la armazón para sacar a la víctima.
Las caras largas y anestesiadas tras conocer el desenlace se reprodujeron entre los presentes al saber lo que había pasado con esta persona, que fue identificada por el Hospital Vivian Pellas como el cineasta guatemalteco Eduardo Spiegler, de 30 años.
Según el parte médico, el hombre falleció “de un trauma craneoencefálico, con explosión de masa cefálica, desprendimiento de extremidad inferior y politraumatismos”.
De formas estilizadas, multicolores e iluminadas, estos árboles, de unos 25.000 dólares cada uno, están asociados con el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional y existen por iniciativa de la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo.
Ahora, han sido objeto de la ira de los manifestantes que desde que estalló la crisis hace 29 días derribaron y quemaron hasta 16, con el fin de protestar contra el Gobierno, aunque hoy se cobró la vida de una persona.
Las enormes decoraciones se han instalado cerca de monumentos históricos con especial significado político para el partido gobernante, como a la sombra de la figura del héroe nicaragüense Augusto C. Sandino.
No muy lejos de ahí también se erigió un árbol con la imagen del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, uno de los líderes más cercanos a Ortega y Murillo y benefactor económico del país centroamericano.
Nicaragua espera que el diálogo nacional, que se retomará el próximo viernes, ponga fin a una crisis causada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra de Ortega, que ha cobrado entre 58 y 65 muertes en 29 días.