Cada vez más convencido que la mejor opción en esta atípica elección presidencial es Henri Falcón, aclaro que no tengo ninguna ambición de cargo alguno, me anima la consecución de un país mejor para mis hijos y nietos, para todas las familias venezolanas que vienen sufriendo en carne propia las nefastas consecuencias de la hiperinflación que ha pulverizado el bolívar, llevando a la miseria a una mayoría del 88% de la población con la clase media arruinada, siendo hoy el poder de compra de la sociedad en promedio menos del 3% de la canasta básica familiar que para el mes de Abril se ubica en 100 millones de bolívares, de acuerdo al CENDAS. Maduro no debe continuar porque terminaría de quebrar a este país petrolero, aumentando la diáspora, la violación sistemática de los derechos humanos con más presos, más exiliados, más torturas y más pobreza. La escasez de alimentos y medicinas que no cesa de aumentar con precios que suben todos los días, aumentando la cantidad de desnutridos y muertes en todas las edades de los venezolanos. Esta tragedia a que nos ha llevado esta dictadura inepta, corrupta, represiva muy vinculada al narcotráfico, no debe continuar si aspiramos salvar la Patria de su destrucción total.
Estoy convencido también como muchísimos venezolanos de que una estrategia integral para enfrentar la dictadura madurista no debe descartar ninguna vía que nos permite la constitución desde las protestas pacíficas, pasando por la utilización del TSJ en el exilio para continuar con el juicio a Maduro por tantos desmanes cometidos y por su doble nacionalidad, entre otros delitos de lesa humanidad que ya reposa en la Haya. No hay razón para no tomar en cuenta la vía electoral a pesar de la convocatoria de la írrita ANC. Las dictaduras como tales violan todos los derechos humanos en lo económico, político, social, cultural y cuanto implique protestas por muy pacíficas que sean, es la triste historia de los regímenes autoritarios en todo el mundo a través de la historia. Las estrategias para enfrentar las dictaduras, particularmente en regímenes totalitarios sean de extrema derecha o de extrema izquierda no pueden ser limitadas a una sola acción para combatirlas, hay que utilizar también sus propias reglas de juego en procura de debilitar su poder. A este respecto las enseñanzas de Sun Su en su obra el Arte de la Guerra nos sigue enseñando a pesar de ser escrita en el período clásico chino 300 años antes de Cristo, enseñanzas remotas que algunos obvian o simplemente no las han leído.
Se dice que la delincuencia electoral con asesoría cubana y española tiene 10 millones de votos ficticios, nada es extraño en esta corrompida dictadura retrógrada, pero tenemos que demostrar si tal acción se ejecuta, estando adentro tendremos más elementos probatorios de darse ese exabrupto delincuencial. La simple abstención sin estrategias efectivas para movilizar la reacción popular no tiene asidero de acción para enfrentar la dictadura. La abstención inactiva nos desmoviliza ante un régimen que no descuida sus movilizaciones, cada vez más escuálidas, pero movilizaciones al fin, ante la postura simplemente abstencionista de algunos actores opositores. La militancia de los partidos está pasando por encima de la inerme posición de sus dirigentes que ven en Henri Falcón una gran posibilidad de derrotar los abusos de poder y a la delincuencia electoral. Particularmente reafirmo mi voto por Falcón, como lo está viendo millones de venezolanos que van a votar este Domingo 20 de Mayo para derrotar a Maduro y sus adláteres destructores de la economía y la democracia.
Economista, Profesor Titular de LUZ, ex Presidente de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia. [email protected]