Un arzobispo australiano fue declarado culpable el martes de encubrir abusos sexuales a un niño en los años 1970, convirtiéndose en uno de los más altos responsables de la Iglesia en el mundo juzgado por este tipo de delito.
El arzobispo de Adelaida, Philip Wilson, de 67 años, estaba acusado de encubrir los abusos de un conocido cura pedófilo, Jim Fletcher, en Nueva Gales del Sur por no informar de las acusaciones de su víctima.
El acusado negó los cargos y su defensa intentó en cuatro ocasiones que el caso fuese archivado argumentado que Wilson había sido diagnosticado con Alzheimer por lo que no debía ser juzgado, pese a que esto no le impidió conservar su cargo en la Iglesia.
El juez Robert Stone, del juzgado local de Newcastle, lo declaró culpable de encubrir el delito grave de otra persona por lo que el arzobispo podría ser condenado a un máximo de dos años de cárcel.
La sentencia será anunciada más adelante.
Durante el juicio no se cuestionó que Fletcher, ya fallecido, abusase sexualmente de un monaguillo, Peter Creigh, pero sí el hecho de que Wilson, entonces un joven sacerdote, no hiciese nada al respecto cuando fue informado.
El magistrado afirmó no aceptar que Wilson no pudiese recordar una conversación en 1976 en la que Creigh le describió detalladamente los abusos.
Su condena representa un dolor de cabeza adicional para el papa Francisco, cuyo pontificado está marcado por las denuncias de abusos sexuales entre curas católicos de varios países.
La semana pasada, 34 obispos chilenos anunciaron su renuncia por un escándalo de pederastia.
Varios miembros de la jerarquía eclesiástica chilena fueron acusados por las víctimas de ignorar y encubrir los abusos del sacerdote pedófilo Fernando Karadima en los años 1980 y 1990. AFP