El mármol blanco del Taj Mahal, el mausoleo del siglo XVII ubicado en la India, se está volviendo amarillo y verde a causa del sucio aire de la ciudad de Agra, la octava ciudad más contaminada del mundo.
El Taj Mahal, una de las siete Maravillas del Mundo, se encuentra junto a un río cubierto de basura y a menudo está rodeado de polvo y smog procedente de chimeneas y vehículos en la ciudad de Agra, en el norte de India.
El mármol se ve afectado por las manchas que dejan los excrementos de los pequeños insectos del menguante río Yamuna, a donde van a parar las aguas residuales de la ciudad, dijo un abogado ecologista a la Corte Suprema de India.
La Corte criticó al gobierno por no tomar las medidas suficientes para preservar el monumento, que fue construido por el emperador de la dinastía mogol Shah Jahan como mausoleo para su esposa Mumtaz Mahal.
“Si los científicos indios (y los ecologistas) no pueden actuar, deberían ser capaces de contactar con expertos extranjeros o ecologistas que puedan venir y que estén dispuestos a ayudar”, dijo el abogado M.C. Mehta, que ha estado luchando por salvar el Taj Mahal de la contaminación durante treinta años.
Los restauradores han estado utilizando una pasta de un mineral de arcilla para limpiar el mármol. Esta pasta elimina las impurezas de la superficie y se puede lavar con agua.
A los activistas también les preocupa que el descenso del nivel freático en Agra pueda estar debilitando los cimientos de madera. Entre otras preocupaciones, están la obstrucción de las carreteras con vehículos contaminantes y la construcción desenfrenada alrededor del mausoleo.
A espaldas del Taj Mahal las bolsas de plástico y la basura se acumulan junto al río, mientras el humo asoma por una chimenea en la distancia. Fuera del complejo del Taj Mahal, un grupo de personas se reúnen cerca de una pira funeraria.
El cambio de color no ha sido repentino. Defensores del medio ambiente e historiadores llevan mucho tiempo advirtiendo del riesgo de que el hollín y el humo de las fábricas y las curtidurías podrían reducir el brillo del monumento de marfil.
Las autoridades gubernamentales no realizaron comentarios. Bhuvan Vikram, arqueólogo superintendente de Agra, dijo que no estaba autorizado a hablar con periodistas.