En su acto ilegítimo de proclamación, Nicolás Maduro, acusó a Julio Borges de ser un “prófugo de la justicia venezolana”. Según él, esta fue una orden directa del exsecretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson.
“En el momento en que se iba a firmar el acuerdo del diálogo, el prófugo de la justicia Julio Borges se retiró de la mesa y comenzó la debacle en la oposición”, aseveró Maduro.
Además, aseguró “que nadie influyó en su victoria y que seguirá en el poder, pase lo que pase”.
“Seguiremos pase lo que pase. El camino es desde la Constitución (…) Nadie nos ha dado esta victoria, ni hoy ni nunca”, así lo expresó el mandatario nacional desde Caracas, donde se efectuaba su acto de “juramentación” como presidente.
Por enésima vez, Maduro reiteró que Venezuela enfrenta una guerra “no convencional”, donde es víctima de “sabotajes petróleo”, pero señaló que la lucha de su gobierno contra estos “ataques”, es desde el voto popular.
Es importante mencionar que este acto es inconstitucional ya que según estipula el artículo 231 de la Constitución de la República de Venezuela, el presidente debe ser legitimado en enero del año 2019. Esto se debe a que estas elecciones debieron llevarse a cabo en diciembre del presente año.
Artículo 231. El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia.
Nicolás Maduro ganó dicho proceso ilegítimo con más de 6 millones votos, según el anuncio hecho por la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena.