El médico José Alberto Marulanda Bedoya es egresado de la Universidad Central de Venezuela y desde hace unos años labora para el Hospital Universitario de Caracas en la especialidad de traumatología, con mayor ahínco en la cirugía de manos, publica El Pitazo.
Marulanda fue apresado por uniformados de la Dirección de Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) el domingo 20 de mayo -día en que se celebraron las elecciones presidenciales-, en un restaurante en El Hatillo mientras desayunaba, y fue llevado a la sede del Sebin, en Boleíta, municipio Sucre.
No fue sino cuatro días después (24 de mayo) cuando fue presentado ante tribunales militares -aunque es un civil- en Fuerte Tiuna, municipio Libertador, para recibir cargos. De acuerdo con el director del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, al hombre no le permitieron la defensa, pues lo ingresaron al recinto por la puerta trasera. El juez militar le imputó los delitos de instigación al odio y traición a la patria; esta última es la acusación más grave en la legislación penal tanto civil como militar.
José Alberto Marulanda, quien también posee la nacionalidad colombiana, fue trasladado al Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde y se desconoce cuándo será su próxima audiencia. Abogados denunciaron que el médico recibió tratos crueles por parte de uniformados, al punto que quedó sordo del oído derecho tras un golpe que le dieron. También tenía rastros de maltrato en sus manos.
Lo detienen por ser pareja de una oficial de la Armada
Abogados del Foro Penal explicaron que funcionarios del Dgcim no detuvieron al traumatólogo por un crimen cometido, una mala praxis en la que se viera envuelto o manifestar públicamente en contra del gobierno, sino por mantener una relación sentimental con una oficial de la Armada Nacional.
La mujer, presuntamente, en las últimas semanas habría participado en reuniones para llevar a cabo un levantamiento militar que despoje del poder al presidente Nicolás Maduro. Pero por desaparecer del radar de uniformados del Dgcim, estos tomaron la decisión de detener a su pareja con el fin de crear una especie de extorsión, según la ONG.
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