El Gobierno venezolano repudió hoy la petición de la Unión Europea (UE) que, tras la reunión de los ministros de Exteriores de los 28 este lunes, consideró que los comicios del pasado 20 de mayo no fueron “legítimos ni libres” y exigió a Caracas unas elecciones “democráticas”.
EFE
“Venezuela repudia enérgicamente las conclusiones del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE (…) mediante las cuales pretenden cuestionar el proceso electoral venezolano del pasado 20 de mayo donde resultó reelecto por amplia e incuestionable mayoría de votos el Presidente Nicolás Maduro”, defendió la Cancillería en un comunicado.
Para Caracas la UE con esta decisión “confirma así la actitud injerencista y hostil de su Consejo de Asuntos Exteriores, producto de la evidente subordinación a la errática política exterior de la Administración de Donald Trump hacia Venezuela”.
“Ninguna instancia de la UE, así como ninguno de sus gobiernos integrantes, cuenta con competencia legal alguna, ni mucho menos con acervo moral demostrable, para cuestionar las decisiones que el Pueblo venezolano toma en el libre ejercicio de su democracia”, añadió.
En el texto publicado en la página web de Exteriores del país caribeño se afirmó que “Venezuela siempre procurará mantener relaciones de respeto mutuo y cooperación integral con la UE y sus Estados miembros”, pero recuerda que “jamás aceptará intromisiones provenientes de potencia extranjera alguna”.
En su reunión de hoy en Bruselas, los ministros de Exteriores de los países integrantes de la UE acordaron además adoptar nuevas “medidas restrictivas” contra Venezuela, con una ampliación de la lista de las personas ya sancionadas y entre las que se encuentran varios altos cargos del Gobierno.
La UE fue, junto a los gobiernos de EE.UU. y varios países latinoamericanos, algunas de las instancias que acordaron no reconocer las elecciones del 20 de mayo, apoyando las denuncias de la principal coalición antichavista, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de que la llamada a las urnas era “fraudulenta”.
Este fue uno de los argumentos por los que la MUD decidió abstenerse de unos comicios que dieron como ganador a Maduro con poco más de 6,2 millones de votos frente a los cerca de 2 millones del segundo, el exgobernador Henri Falcón, en un proceso que registró una abstención del 53,98 %, una de los más altas de las dos últimas décadas.