Una sonrisa en el preso de conciencia Gregory Sanabria planteó un dilema existencial en quienes, al reprocharla, reflejaron la misma intolerancia, por no decir visceralidad, del régimen frente a efectos que no se corresponden con sus ejecutorias criminales, porque a decir verdad, lo que le hicieron el 16 de mayo del presente año, cuando le fracturaron la nariz y el cráneo, y continúan haciéndole a este joven tachirense negándole atención médica, medicamentos y visita, sin que se conozca su estado de salud, encuadra en el informe de ayer de la @OEA_oficial sobre los crímenes de Lesa Humanidad en Venezuela.
A la tortura que viven los presos políticos en El Helicoide o en cualquier otro recinto penitenciario como Uribana, donde está el diputado Gilber Caro, o el Rodeo II, sitio de reclusión de Jeremy Bastardo Lugo, al hostigamiento e irrespeto que viven sus familiares, a la represión que vivimos todos en este país, se viene sumando aceleradamente la actitud de personas que no respetan las opiniones, ideas o actitudes de los demás si no coinciden con las propias. La fotografía de Gregory Sanabria, salvajemente golpeado pero sonriente, activó ese marco mental, de donde brotan actitudes y conductas que sólo buscan perjudicar a los demás.
Los intolerantes, dentro del régimen, en las redes, medios de comunicación o en la sociedad, violan o denigran los derechos ajenos alineados con las estrategias dictatoriales dirigidas a crear zozobra y confusión para distraernos de asuntos tan importantes como el hecho de tenerse como verdad absoluta que si el régimen libera a algunos presos políticos, lo cual todo deseamos, será por su necesidad de legitimación después de la lección del 20M. Se podría, en consecuencia, descartar dentro de ese escenario el esfuerzo de familiares, amigos y defensores que a diario vienen ventilando en el mundo entero las atrocidades cometidas con los presos políticos, lo cual sería inhumano pero acorde con los prejuicios que fundamentan los secuestros políticos.
“Sale riendo en esa foto porque a pesar de lo ocurrido se siente feliz, porque por fin se les cayó la fachada, ellos se creían los súper hombres, los intocables. Hoy en día la gente los ve con repudió como simples mortales, además de lograr la libertad de 3 menores de edad, de Joshua, lo hace sonreír, ver que el Sebin quedó ante el mundo como lo que es, una mazmorra de tortura y destrucción. Ellos siempre intentan destruirlos y amedrentarlos, pero al contrario, él sonríe y sonreirá por que no pudieron ni podrán hacerlo, por eso sonríe, porque lograron su objetivo de mostrar al mundo las horrendas circunstancias que viven en ese lugar.”
Frente a tan sentidas palabras, que los intolerantes salgan con un dogmático: ”Okey pero no me parece”, muestra la profundidad intelectual de los detractores de oficio empleados por el régimen y sus colaboracionistas, piden razones que no están en capacidad de analizar, menos de asimilar. Gregory con su sonrisa nos dice que a pesar de la tortura sigue optimista, fortalecido y sonriente ante la vida. No obstante, necesita ser operado, su abogado defensor, Dr. José Vicente Haro, ha sido claro al explicar que Gregory requiere una intervención quirúrgica con urgencia, en el Hospital Militar así lo determinaron luego de ser evaluado allí. En ese sentido, es necesario redoblar la solidaridad para ayudar a su familia a cubrir los gastos de la operación, llamando a su hermana Araly Núñez (04247193395) usted puede hacer efectivo cualquier apoyo.