“Aquí todos saben dónde está la mafia. El mercado de Chirica (San Félix) está controlado por ellas y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) las acompaña”, denunció el dueño de un puesto de verduras y vegetales en el mercado de Unare, el cual prefirió no identificarse para evitar represalias por parte de grupos irregulares y las autoridades que los respaldan, como asegura que ha ocurrido con otros compañeros que han protestado por los bachaqueros y especuladores asociados con la guardia, reseña Correo del Caroni.
“Ellos (el gobierno) nunca se meten con los de la mafia. Se meten es con los huequitos (…) Si vinieran por la ley, sería mejor, pero no es así”, asegura Beatriz Campos, quien maneja un puesto de venta de carne, huevos y otros productos de primera necesidad.
Su mamá fue la dueña del local antes que ella, desde la fundación del mercado, por lo que ha sido la principal fuente de sustento para su familia desde que tiene uso de razón, pero la crisis nacional y la hiperinflación ha hecho que su subsistencia sea una batalla cuesta arriba.
Campos ratifica que las verdaderas mafias de los alimentos están localizadas en el mercado municipal del San Félix y son custodiadas por los mismos guardias, quienes se ven beneficiados por estas alianzas clandestinas. Ella no tiene miedo: tiene las facturas de la mercancía y puede probar que ni siquiera le gana un 30% al momento de venderla. Estar en regla implica la disminución del presupuesto familiar.