Más de cinco mil pacientes, de 17 mil que sobreviven con diálisis, permanecen a la espera por un trasplante de riñón, al cumplirse un año de la suspensión del Programa de Trasplantes a través de la Fundación Venezolana de Donaciones de Órganos, Tejidos y Células, adjunto al Ministerio de Salud. Así lo reseña laverdad.com
La principal razón que llevó al cierre del programa: La falta de inmunosupresores. Es una responsabilidad del Instituto Venezolano del Seguro Social y los afectados deben administrárselos a diario de por vida, para evitar el rechazo del órgano.
Habría que abastecer de inmunosupresores para reactivar el programa. Pero, antes se debe salvar los órganos de los tres mil 500 pacientes trasplantados, informó Lucila Velutini, miembro de la junta directiva de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela, ONG encargada del programa hasta 2014.
Hasta la fecha fallecieron ocho personas trasplantadas desde el pasado mes de noviembre, por esta escasez: José Herrera, Jesús Rondón, Ángel Sánchez, María Margarita Sánchez, Luz Marina Martínez, Marta Solórzano, Belkys Solórzano y Yamilexi Reyes, precisó Velutini.
El vía crucis de que quienes recibieron el órgano: Conseguir los inmunosupresores que desde hace meses el IVSS no suministra.
Carlisbeth Falcón, de 11 años, fue de las primeras beneficiarias en 2016, cuando Fundavene, luego de 10 meses paralizada, reactivó el programa. Desde entonces lucha por consumir los medicamentos correctamente a pesar de la desaparición del medicamento.
“A raíz de las protestas, algunas personas se ofrecieron ayudarnos a través de donaciones. Pero cuando se acaben los medicamentos, ¿qué haremos?”, se pregunta Carlos Falcón, padre de la joven.
La adolescente hace dos meses interrumpió el tratamiento por 48 horas. Las secuelas fueron: lesiones en el órgano, aseguraron sus médicos. Vómitos, diarrea y malestar son algunos de los síntomas que aún le persisten.
Más dificultades
Carlisbeth vive en Sanare, estado Lara, pero sus consultas médicas mensuales son en el Hospital J. M. de los Ríos. Para trasladarse a la capital del país, su familia debe reunir al menos seis millones de bolívares en efectivo para las diligencias en la ciudad.
Además, desde el pasado 5 de abril la oficina de Atención al Ciudadano del Ministerio de Salud en este centro, suspendió la ayuda que brindaba a los padres y enfermos del interior del país, en cuanta alimentación, hospedaje y pago de exámenes médicos.
“Cada paciente trasplantado debe realizarse una serie de exámenes para comprobar que el órgano está funcionando correctamente. Todo eso debemos pagarlo nosotros y es muy costoso. Es otro problema que se añade a esta triste historia. Pedimos a gritos auxilio”, expresó Falcón.
Francisco Valencia, director de Codevida, recordó, durante una entrevista a la agencia EFE, que los equipos de diálisis para pacientes menores de edad en el sector público se encuentran en el centro asistencial donde se reportaron muertes de dializados por infecciones intrahospitalarias.
“Es insensato pensar que un niño en diálisis no pueda tener la oportunidad de ser trasplantado (…) y lo que hacen estos niños es sufrir en esta unidad de diálisis J.M. de los Ríos que viven en una situación de alarma por las infecciones”, comentó.
La oposición que controla el Parlamento, así como los dirigentes de partidos reunidos en la Mesa de la Unidad Democrática exigieron al Gobierno de Nicolás Maduro la apertura de un canal humanitario para que ingresen al país medicamentos y ayuda para los venezolanos que sufren de alguna enfermedad.
Concentración
Las organizaciones Coalición por la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida de las Personas en Venezuela (Codevida), Prepara Familia y Amigos Trasplantados de Venezuela anunciaron una concentración el próximo martes 5 de junio en la sede del Ministerio de Salud, a las 10.00 de la mañana en protesta porque el Programa de Trasplantes de órganos en el país tiene un año paralizado. La manifestación se hará la víspera del Día Mundial de las Personas Trasplantadas, que se celebra el 6 de junio.