Estados Unidos aseguró este domingo tener apoyo en la Organización de Estados Americanos para votar una resolución que desconozca la reelección de Nicolás Maduro en Venezuela y abone el camino para suspender al país del organismo regional por ruptura del orden democrático.
El embajador estadounidense ante la OEA, Carlos Trujillo, dijo que hay suficientes países dispuestos a abordar el deterioro institucional de Venezuela en la 48ª asamblea anual de la organización, que se realizará el lunes y martes en la sede en Washington.
El borrador de temario de la cita ya incluye en su punto 24 tratar “la situación en Venezuela”. Pero su inclusión en la agenda oficial debe ser aprobada por dos tercios de los 35 Estados miembros en una votación prevista a primera hora del lunes.
“Tenemos los 24 votos para aprobar el temario y los 18 para apoyar y pasar la resolución”, dijo el diplomático, quien declinó identificar a los países, pero señaló que se prevé presentar la resolución sobre Venezuela el mismo lunes.
“Va a hablar de los temas humanitarios, de que nadie va a reconocer las elecciones como legítimas, y va a hablar sobre el tema de la suspensión” de Venezuela de la OEA, dijo.
“Pasar la resolución es el primer paso para llegar a pasar la suspensión”, añadió.
Según la Carta Democrática Interamericana, un Estado solo puede ser suspendido de la OEA por dos tercios de los votos de la Asamblea General “convocada a un período extraordinario de sesiones”.
El pedido de Pence
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, tiene pensado pedir personalmente a los países que suspendan a Venezuela de la OEA, durante una recepción el lunes ofrecida por el subsecretario de Estado, John Sullivan, en la Casa Blanca, dijo un funcionario del gobierno de Donald Trump.
Pence ya hizo ese planteo ante el consejo permanente de la OEA el 7 de mayo. Pero Washington ahora quiere que los miembros del organismo tengan el “coraje para actuar” y advirtió que tomará nota de quienes no lo hagan.
“Estados Unidos apoya firmemente a quienes luchan por el pueblo de Venezuela, y recordará a quienes observen al margen sin tomar medidas”, confió el funcionario a AFP bajo condición de anonimato.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, usual aliado de Caracas, condenó la “intención injerencista” de Pence. “El imperio pretende usar la OEA como garrote represivo contra un país soberano”, dijo el sábado en un tuit.
Estados Unidos, que aumentó desde agosto pasado las sanciones económicas a la otrora potencia petrolera para presionar una transición democrática, considera una “farsa” las elecciones del 20 de mayo en las que Maduro ganó un nuevo mandato hasta 2025.
Los comicios fueron boicoteados por la mayoría de la oposición venezolana y desconocidos por la Unión Europea, Canadá y 13 países latinoamericanos.
El deterioro de la situación de derechos humanos y civiles en Venezuela ya fue protagonista de las discusiones de las dos últimas asambleas generales de la OEA -en Cancún el año pasado y en Santo Domingo en 2016- pero nunca como parte del temario oficial.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, hablará el lunes ante la asamblea de la OEA. Su contraparte venezolano, Jorge Arreaza, también asistirá a la cita, a pesar de que Venezuela pidió en abril de 2017 el retiro de la OEA, que debe concretarse en dos años.
“Genocidio” en Nicaragua
Además de Venezuela, Nicaragua se encamina a dominar los debates en la OEA por la ola de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, que desde que estallaron el 18 de abril deja más de un centenar de muertos en medio de una feroz represión de la fuerza pública y grupos armados que la apoyan.
Fuentes diplomáticas dijeron a AFP que el caso de Nicaragua podría motivar también una resolución en la asamblea, a pesar de que el tema no está en el borrador de temario.
En una reunión el domingo en la OEA entre los representantes de los Estados y delegaciones de la sociedad civil hubo numerosos llamados de activistas a atender la escalada de violencia en Nicaragua.
“La situación amerita un pronunciamiento de esta Asamblea General”, dijo la nicaragüense Vilma Núñez, de la Coalición Internacional de los Derechos Humanos de las Américas.
“¿Cuánta sangre más tiene que derramarse?”, se preguntó en tanto el panameño Enrique Arturo de Obarrío, representante del sector privado.
“Queremos elecciones libres y las queremos ya”, señaló Guillermo Incer Medina, de la Federación Nicaragüense de ONGs.
El subsecretario de México para América Latina y el Caribe, Luis Alfonso de Alba y la vicepresidenta y canciller de Costa Rica, Epsy Campbell, también expresaron su preocupación.
En un comunicado, Human Rights Watch pidió a la OEA hacer un llamado urgente al gobierno de Ortega para que cese los abusos contra la población.
Frente al edificio de la OEA, un centenar de personas desafió la fuerte lluvia del domingo en Washington para denunciar el “genocidio” en Nicaragua y exigir la salida de Ortega.
“La OEA debe responsabilizar al gobierno de Ortega como autor intelectual del genocidio que está ocurriendo en Nicaragua”, dijo a AFP Roy Molina, miembro de la Alianza Democrática Nicaragüense, integrada por ciudadanos de ese país residentes en Estados Unidos y organizadora de la manifestación.
AFP