La rutina diaria de los venezolanos se ha transformado en un intenso calvario, desde el amanecer que no tenemos agua y muchos nos vemos precisados a hacer uso de pimpinas para almacenar la poca que queda y hay zonas en las ciudades y pueblos que no reciben agua desde el comienzo del año. En las noches el fluido eléctrico se va por horas o pasamos la noche entera sin el mismo. Para transportarnos desde nuestros hogares a los sitios de trabajo o centros educativos existen múltiples obstáculos y la falta de efectivo obliga a muchos a caminar grandes distancias. Los repuestos y los cauchos a precios inaccesibles hacen caótica la situación, la flota automotor es exigua y la genialidad revolucionaria ha inventado el uso de las que el pueblo llama perreras, medios de transporte no aptos por su temible falta de seguridad,
La comida escaza y cara inalcanzable para los venezolanos y se han empeñado en las bolsas CLAP y la bufa cuan ineficaz agricultura urbana, un fracaso total. La medicina cubana demostró en Venezuela que era una mera propaganda, decían ser los mejores del mundo y acabaron el sistema de salud venezolano, establecido con el tesón y capacidad de nuestros brillantes médicos, nuestros niños mueren desnutridos y sin medicinas y hasta la poliomielitis ha regresado poique vacunan a los niños con discriminación política, una bellaquería insolente y criminal. La difteria, el paludismo, el sarampión y la sarna campean, solo falta que los cubiches traigan enfermedades erradicadas a nivel mundial como la viruela.
La inseguridad reina en todo el país y el hampa roba y asesina a placer y cada cierto tiempo presentan nuevos planes que naufragan, pero se solazan en los barrios pobres, matando jóvenes solo por el delito de ser pobres, Maduro detesta los hijos de los pobres seres humanos con derecho a la vida.
Acabaron con PDVSA, la saquearon y arruinaron, regalan el coltán y el oro a los chinos, iraníes y militares. Son los campeones del desastre.
Ante la crisis descomunal forjada a conciencia, por Maduro y los vividores revolucionarios, varios meses atrás presentó un cuento de 15 motores que ni el los recuerda ya. Solo habla, habla y habla, llenándonos de excusas falaces y chapuceras que insultan la inteligencia de los venezolanos. Para todo se plantean neciamente como soluciones lo que diría o haría Chávez, que falleció a manos de los médicos cubanos. La reconversión monetaria otra genialidad del difunto, es un disparate de consecuencias impredecibles de llegar a ejecutarse, eso no sirve, es un dislate, tan fatuo como la petro moneda y el Dicom, de un gobernante que se proclama hijo de Chávez, nieto de Bolívar, Presidente obrero y de quien finalmente no se sabe donde nació. Tampoco existe un acta de defunción de Hugo Chávez. Sus actos son esotéricos, misteriosos, llenos de burlas crueles y tiránicos como los de la satrapía cubana.
Habla de religión y dice ser cristiano y que le reza a Cristo y a los “seres superiores” imagino que será a Chávez que se le aparece en forma de pajarito y a Fidel Castro, que no sabemos que forma adopta pata hablar con él, pero seguro no será de cordero a quien ordena disparar a matar como a Oscar Pérez.
Baila muy mal y su claque lo aclama y ha hecho de las entregas de las replicas de la espada de Bolívar unos actos grotescos y chocarreros, el colmo es que en el último show se la entrego al yerno de Chávez: Jorge Arreaza, para recompensarlo por la torta que puso en la OEA. Maduro no se ocupa de los problemas de Venezuela pues el los crea y los disfruta, al amparo de la horrenda revolución, de allí el titulo de este artículo, pues así como Jennifer López en la canción de moda pregunta ¿y el anillo pa cuando? A Maduro hay que increparlo así:
¡Epa Maduro! ¿y Venezuela pa cuando?
@paraguanamalio