El Gobierno y la oposición canadiense se unieron hoy para expresar su respaldo al primer ministro, Justin Trudeau, y condenar los recientes insultos y amenazas proferidos por el presidente de EE.UU., Donald Trump.
EFE
Canadá está asombrado y desconcertado por los exabruptos de Trump y sus asesores contra Trudeau tras la conclusión de la cumbre del G7, celebrada entre el viernes y el sábado en Quebec.
Este lunes todos los partidos opositores aprovecharon la sesión diaria de control al Ejecutivo en la Cámara Baja del Parlamento para apoyar a Trudeau y su Gabinete, y censurar las palabras de Trump, que calificó al primer ministro canadiense de “débil” y “sumiso”.
La cámara adoptó de forma unánime una moción que rechaza la palabras “desdeñosas y los ataques personales” pronunciadas por el presidente de EE.UU. y sus asesores.
La portavoz parlamentaria del Partido Conservador, Candice Bergen, afirmó en el hemiciclo que, “durante el fin de semana, los canadienses presenciaron con horror y consternación cómo la Administración estadounidense lanzaba insultos, ataques y amenazas de más aranceles contra Canadá”.
Trudeau no estuvo presente en el Parlamento, pero estuvo representado por el ministro de Pesca y Océanos, Dominic LeBlanc, quien agradeció a “los diputados de esta cámara y la gran cantidad de canadienses que están animando a nuestro Gobierno para que siga defendiendo a los trabajadores canadienses”.
Las palabras de LeBlanc fueron recibidas por un prolongado aplauso de los diputados.
El ministro fue uno de los miembros de la delegación canadiense en la 44 Cumbre del G7, celebrada en la localidad canadiense de La Malbaie, que acogieron con satisfacción el anuncio de Trudeau de que la reunión había terminado con éxito el sábado al conseguir la firma de todos los países en la declaración final.
Sin embargo, esa satisfacción se convirtió en desconcierto cuando horas después del cierre de la cumbre, Trump, que iba de camino a Singapur para encontrarse con el líder norcoreano Kim Jong-un, insultó a Trudeau, amenazó a Canadá y retiró el apoyo de EE.UU. a la declaración final del G7.
El domingo, la sorpresa se transformó en indignación cuando varios de los asesores de Trump justificaron las amenazas del presidente y redoblaron sus insultos contra Trudeau en intervenciones en cadenas de televisión estadounidenses.
El primer ministro de Canadá ha optado por mantenerse en silencio, aunque uno de sus antiguos asesores políticos, Roland Paris, no ha ocultado su desagrado.
Paris criticó a Trump en Twitter por ser “duro cuando está de vuelta en su avión. No lo puede hacer en persona y lo sabe, lo que le hace sentirse débil. Así que proyecta sus sentimientos en Trudeau y lo ataca. No se necesita ser Freud. Es un patético pequeño hombre infantil”.
Los principales programas radiofónicos canadienses reflejaron hoy la indignación y la inquietud de muchos canadienses sobre las repercusiones de la ira de Trump y de una posible guerra comercial entre los dos países.
Una encuesta efectuada por Newstalk 1010, una de las principales emisoras de Toronto, reflejó que el 44 % de los participantes temen las represalias de EE.UU., ya que la economía canadiense podría sufrir graves pérdidas si ambos Estadps inician una guerra de aranceles.
Pero el enfado por las palabras y acciones de Trump no se ha limitado a los canadienses. Muchos estadounidenses han expresado públicamente su apoyo a Trudeau y su condena a Trump.
El actor de EE.UU. Robert de Niro aprovechó una visita a Toronto para abrir su nuevo restaurante y disculparse con el primer ministro canadiense.
“Una nota de disculpas por el estúpido comportamiento de mi presidente. Es una desgracia y pido disculpas a Justin Trudeau y los otros líderes en el G7”, declaró el artista.
En Twitter, usuarios estadounidenses han lanzado la campaña #ThankCanada y #ThanksCanada en apoyo a los canadienses.
El aparente promotor de la campaña, el escritor David Wild de Los Ángeles (EE.UU.), inició el movimiento escribiendo: “Mis conciudadanos estadounidenses, agradezcamos todos a Canadá por lo que nos gusta y ha traído a nuestras vidas”. EFE