El artículo de Deisy Buitrago para REUTERS, ver:https://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTAKCN1J22NO-OUSLD revela lo que pueden llamarse, sin exagerar, tres crímenes de Manuel Quevedo al frente de PDVSA y del ministerio del sector petrolero.
El Crimen de la Incompetencia
El primer crimen se deja ver en estos párrafos: “El presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) admitió falta de inversión en los mejoradores de su mayor reservorio de crudo, la Faja Petrolífera del Orinoco, así como en otras áreas, por “vicios” y las “mafias” que operaron en la compañía que ha visto caer su producción a mínimos históricos”. El jefe de la petrolera, en un acto con el presidente Nicolás Maduro, ahondó por primera vez sobre los efectos de las “mafias que se estructuraron para destruir PDVSA”.
Este es un crimen de incompetencia porque solamente a un incompetente se le ocurre achacar a “mafias” instaladas en la Faja del Orinoco el colapso de la producción petrolera venezolana. En efecto, PDVSA es una empresa con una Junta Directiva y con 130.000 empleados, entre ellos gerentes, auditores, técnicos, contratistas de la más diversa naturaleza y socios extranjeros en la operación. ¿Es que todos eran miembros de mafia? ¿Es que nadie se atrevía a ser honesto en esa empresa “gojita”? ¿Cómo es posible que una empresa de esta diversidad de empleados pueda ser capturada por “mafias”, como alega Quevedo, sin que la empresa haga algo para impedirlo?
La producción petrolera venezolana viene declinando desde hace muchos años. Esto no era tan aparente porque – por un largo tiempo – PDVSA y el Ministerio del sector, bajo Rafael Ramírez, mentían sobre los niveles de producción de la empresa. Desde 2010 la OPEP comenzó a reportar producción venezolana muy por debajo de la reportada por PDVSA y el Ministerio. En 2012, por ejemplo, con Chávez aún en vida y Ramírez a cargo de PDVSA, la OPEP reportó una producción venezolana de 2.359.000 barriles diarios, es decir, casi unos 500.000 barriles diarios menos de lo que reportaba PDVSA de manera fraudulenta.
De manera que el desastre de PDVSA no es cuestión de “mafias”. Se trata del desplome de toda la organización debido a la incompetencia y corrupción de sus gerentes y mucho de su plantel laboral. Y la mafia incluye a la directiva en pleno.
El Crimen de la Ignorancia
Quevedo agregó:
“Ahora este trabajo (de recuperación) tiene que hacerse de manera estructurada (…) para limpiar tanta burocracia, tanta corruptela que dejaran sembrada en la Faja petrolífera del Orinoco, unos vicios que dejaron sembrados precisamente para llevar una parálisis en los mejoradores. Vamos a llevar a cabo un plan estratégico para mejorar la operatividad en la industria con el apoyo de los trabajadores. Nosotros nos la jugamos con los trabajadores”.
Este es un crimen de ignorancia porque los trabajadores no pueden levantar la producción de PDVSA. Las plantas mejoradoras de la faja del Orinoco no pueden ser reparadas y mantenidas a fuerza de tornillos y alicates sino que requieren de mucho capital y de una técnica y de una tecnología que Quevedo y sus huestes ni poseen, ni entienden. Es tanta la ignorancia de Quevedo que lo lleva a decir estas barbaridades.
El Crimen de la Corrupción
Dice Quevedo: “Haremos una inversión mayor para recuperar la producción. Maduro aprobó recursos financieros para iniciar labores de mantenimiento en el mejorador Petro San Félix, que tiene una capacidad de producir 160.000 barriles de petróleo por día (bpd) y lo opera PDVSA en asociación con la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). La parada comenzará en julio… por años los proyectos se quedaron sin mantenimiento. Agregó Quevedo que han identificado 9500 pozos en la faja los cuales pueden ganar hasta 70.000 barriles diarios y unos 13445 pozos en Occidente, que pueden producir unos 655.000 barriles diarios más.
Esto es corrupción en el sentido más amplio del término. Maduro le dio poderes totales a Quevedo para hacer y deshacer en PDVSA, incluyendo cambios de tipo organizativo. Pero, ahora dice que “Maduro aprobó recursos financieros para reparar el Mejorador San Félix”. Si Quevedo tiene poderes totales no debe esperar que Maduro “le apruebe dinero” para reparar una planta. Eso es prostituir la gerencia. De igual manera es prostituir la gerencia decir, como dice, que lo hará con los trabajadores. El incompetente, ignorante y corrupto Quevedo no sabe que en una empresa debe existir el Capital, la Tecnología, la Gerencia y los trabajadores. PDVSA no tiene capital, no tiene tecnología, no tiene gerencia y piensa que solo le basta con los obreros, quienes están además politizados, exigiendo hacer lo que no saben hacer y pidiendo que les den “acciones de PDVSA” (ver mi artículo anterior en este blog). La corrupción de Quevedo se vio claramente al contratar con una empresa fantasma de los militares, llamada CAMINPEG, para hacer trabajos que esa empresa simplemente sub-contrata porque no puede hacerlos. CAMIMPEG está integrado por bolichicos de uniforme.
Los pozos que serían reparados apenas producirían un promedio de 48 a 73 barriles por día, niveles de ganancia de producción que suenan ridículamente bajos. Ello indica que estamos frente a un probable fraude de inmensas proporciones.
Los tres crímenes de Quevedo son de Incompetencia, Ignorancia y Corrupción. Este personaje ha sido impuesto en PDVSA por Nicolás Maduro, el ilegítimo.
Deben ir a la cárcel.