Habituados hasta la perversión en el fracaso, se complacen degustando la burla, bromean, se mofan despreciando y menospreciando. No tienen vergüenza, ni respeto, tampoco consideración ciudadana. El Gobierno de Ecuador, en los misterios del centro entre hemisferios, puede tener las mejores intenciones, mientras la OEA ha sido diáfana y sin dudas; el Grupo de Lima ha enfrentado seguro e incontrovertible la dictadura castro madurista, sus ilegalidades e injusticias, pero la MUD de oscuros financiamientos, oposición que debe ser llamada chavismo por sumisión y colaboración, persiste en vivir en un país chiquito, dentro de sus oficinas, y no logran ver más allá. No entienden de horizontes, sólo de cuatro paredes.
El ahora Frente Amplio -para extender traspiés y egocentrismos- sólo tiene dos coherencias. Poner zancadillas entre sus miembros mientras hablan de Unidad como chantaje, manteniéndose años luz de una realidad venezolana, vinculada por el creciente sentimiento de indignación, decepción y hartazgo de quien promete y no cumple, excepto limosnas devaluadas; que no sabe gobernar, se ha quedado solo y hasta los chavistas lo critican y reprueban tanto como a la MUD/FA desprestigiada, especialista en desatinos y ceguera más allá de sus narices, terca en morderse la cola, oposición siamesa con una autocracia, sólidamente unidos en sus egoísmos y errores.
Quizás el Gobierno ecuatoriano, escudriñando nuevos caminos, tenga buenos propósitos como en su oportunidad los tuvo la República Dominicana que ahora rechaza las truculencias de Maduro y su combo. Lo absurdo es que miembros de la MUD, que una vez fueron buen designio, respalden un nuevo proceso electoral con el mismo Gobierno, la misma Constituyente cubana, igual organización obediente, falta de condiciones y garantías democráticas. Nadie lo puede creer, salvo que estén complicados en un enorme contubernio, otra versión gigantesca de Odebrecht.
Insisten en iniciativas negociadas, porque no comprenden la calaña del régimen castrista comunista. Su objetivo principal, es la corrupción e impunidad para destruir las instituciones y son el acta de defunción para la autonomía de los poderes públicos. ¿Cómo exigir que jueguen limpio si son el mecanismo que viola leyes y derechos para garantizarles permanencia?
Es lamentable que los mudirigentes enredados en su perjudicial vicio de buscar espacios encerrados en sus interpretaciones tercamente equivocadas, se resistan aceptar que ya son pretérito, pasado, que deben renunciar, dimitir, nadie les hace caso, son rechazados por una ciudadanía que hace tiempo ni les cree ni les tiene confianza. La única consulta en la que los ciudadanos participarían con júbilo y entusiasmo sería en la que se decida la disolución de la MUD y el retiro definitivo de la política de muchos de sus dirigentes.
Tan ciegos y obtusos están, que han expresado disposición a participar en un plebiscito, consulta popular, como quieran llamar a esta vaga e inaceptable propuesta. El mundo rechazó la farsa del 20M y desconoce la legitimidad de Maduro.
Hay que reconocerles que esta vez no dan sorpresas indignantes como el 16J del año pasado, cuando convocaron a los venezolanos para que respondieran a sus preguntas y al día siguiente hicieron lo contrario. De lo que el país aprobó, se burlaron sin rubor ni pudor, lo desecharon como juguete viejo, lo guardaron en una gaveta, botaron la llave y se dedicaron a unas elecciones en las cuales, de nuevo y con testimonios claros, el oficialismo volvió a darles con el tobo en la cabeza.
Ahora el Presidente Lenin Moreno es el tonto útil que les tira un anzuelo madurista, y la MUD el pescadito hambriento que corre a ensartarse despreciando la comida de los alrededores. El Grupo de Lima, Estados Unidos, Canadá, las naciones que integran la Unión Europea y hasta mini países del Caribe, han dado muestras contundentes e indiscutibles de que Maduro y sus tamborileros cubano tropicales están solos, les han atado las manos financieras y abruman con sanciones a los que han destruido la producción nacional incluyendo la petrolera por incompetencia y lerdos errores ideológicos, no saben qué hacer.
Entonces aparece la MUD con cinismo y necedad de ciegos políticos sin perro ni bastón para aceptar con doblez la hipocresía con la cual los han dejado derrengados y lastimeros una y otra vez.
De qué tanto hablar si las Fuerzas Armadas, el poder electoral, moral y judicial son referencias, pero no de confiar, están secuestrados y se fusionaron en la complicidad que lastima al ciudadano y desprecia la ley, la Constituyente castro-habanera anda entre secreteos, pendiente de acabar con El Nacional, La Patilla y otros medios, pero sin hacerle caso a sus vecinos de sede que se esconden temerosos en sandeces jurídicas y politiquerías para no respaldar al Tribunal Supremo de Justicia en el exilio, que ellos eligieron y no defendieron de la persecución oficial.
Por fortuna siguen existiendo dirigentes que dentro y fuera del país pueden decir, con orgullo y franqueza, Soy Venezuela, respetados por los ciudadanos mientras buscan medicinas, alimentos y no entregan el honor y la conciencia por prebendas ni tranquilidad.
Hay miembros en esa MUD de aprecio, pero no de respeto, lo han perdido. No sólo el nuestro, que puede ser poca cosa, sino el de los millones de venezolanos en todo el país y los que han logrado escapar en búsqueda de seguridad y oportunidades que en Venezuela se acabaron. Y no sólo por la torpeza oficialista, sino también, hay que reconocerlo, por la falta de seriedad, firmeza y coraje de esa oposición -chavistas por sumisión y colaboración- que, a estas alturas, todo el mundo sabe qué hace años dejó de ser útil al punto que las curules parlamentarias que ocupan son como el Gobierno y su mando: ganadas en elecciones y perdidas en el ejercicio de la inutilidad.
¡La MUD en latitud cero se equivoca otra vez!
@ArmandoMartini