Un hotel colonial situado en la exclusiva isla de Sentosa (Singapur) será el escenario del encuentro entre Donald Trump y Kim Jong-un, un complejo turístico de cinco estrellas y una rica historia que albergará la esperada cita.
Conocida en malayo como la isla de “la tranquilidad”, Sentosa ha abandonado estos días su clásica estampa de paz por la de centenares de periodistas y curiosos que se agolpan en el hotel Capella -uno de los más lujosos- para asistir de cerca al lugar en el que se verán las caras ambos líderes este martes.
Tanto esta pequeña isla de no más de cinco kilómetros cuadrados como el propio hotel cuentan con una larga historia, que en el caso del establecimiento se remonta a 1880, cuando cuatro de los edificios que hoy conforman el complejo fueron construidos para acomodar a oficiales británicos que la utilizaban como fuerte militar.
Los aposentos de los militares, que contaban con una envidiable vista de la bahía de Singapur, fueron testigos de numerosas fiestas y reuniones hasta 1956, cuando finalmente el Gobierno británico dio la orden de abandonar la isla.
Su fortuito abandono durante la Segunda Guerra Mundial a consecuencia de la ocupación japonesa (1942-1945), hizo también que Sentosa se rodeara de toda una suerte de leyendas y misterios, como el de un supuesto tesoro de plata allí enterrado por los británicos que jamás fue encontrado.
También su anterior nombre, Pulau Blakang Mati (Isla de la Muerte por detrás, en malayo), que no abandonó hasta 1970, ha pesado con fuerza sobre la historia del lugar, ya que durante la ocupación nipona esta fue usada como prisión de guerra y protagonista de miles de muertes.
La piratería o la erupción de una enfermedad durante la ocupación británica -posiblemente malaria- también ayudaron a forjar este calificativo, que quedó olvidado en la década de los 70, cuando Singapur logró su independencia y el gobierno invirtió unos 500 millones de dólares (423 millones de euros) en su desarrollo.
En la actualidad, 20 millones de visitantes acuden cada año de sus catorce hoteles, dos campos de golf y otros atractivos turísticos, como la sede en Singapur de los Universal Studios, un parque temático con 24 atracciones y espectáculos distribuidas en siete zonas.
El hotel Capella, escenario de la histórica cita, es un complejo de cinco estrellas -el único de esta categoría junto al Sofitel en la isla- que cuenta con 112 habitaciones que oscilan entre los 500 y los 10.000 dólares por noche, todas ellas reservadas antes de que la Casa Blanca anunciara la sede del encuentro.
Singapur se ha volcado en los preparativos de la histórica cumbre que celebran este martes los líderes de EEUU y Corea del Norte, entre evidentes medidas de seguridad y un gran secretismo y que tendrá un coste para la ciudad-estado de 15 millones de dólares estadounidenses (12,7 millones de euros). EFE