La Iglesia católica de Nicaragua denunció este martes el secuestro de una agente de comunicación durante un ataque de la Policía Nacional y grupo de choque oficialistas, en medio de una crisis que ha cobrado al menos 146 vidas en 56 días.
EFE
“La agente de comunicación arquidiocesana de la parroquia de Santa María de las Victorias, Angélica Baltodano Osorio, se encuentra desaparecida junto a su esposo (Jimmy Doña), luego de ser de ser secuestrados esta mañana, en los ataques en El Crucero”, informó la Arquidiócesis de Managua, en un comunicado.
Baltodano y Doña se sumaron de esta manera a una lista de decenas de personas que han desaparecido durante la crisis, según organismos humanitarios.
Horas antes de la denuncia el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, mostraron su rechazo a los ataques de El Crucero y otras dos ciudades ubicadas en la franja Pacífico de Nicaragua, donde las fuerzas gubernamentales amenazaron a la comunidad católica, según el clero.
“Las amenazas no detendrán la labor profética de los obispos y sacerdotes de nuestra Arquidiócesis. Seguimos orando y pidiendo que cese todo acto de violencia en nuestro país y pidiendo por la paz en Nicaragua”, agregó.
Actualmente, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) actúan como mediadores de un diálogo nacional entre el Gobierno y Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos, con el objetivo de superar la crisis.
Este diálogo, iniciado a mediados de mayo pasado, se encuentra actualmente a la espera de que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, “reflexione” sobre si aceptar la “democratización” en el país, lo que le mantiene ocupado desde hace cinco días, sin que hasta ahora haya emitido una respuesta.
Actualmente, Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.