El diálogo entre el Gobierno de Nicaragua y la oposición se reanudará el lunes, luego que hoy se conformaran dos mesas de trabajo para debatir las reformas jurídicas y electorales propuestas por los obispos para superar la crisis, que implican un adelanto de las elecciones para marzo de 2019.
EFE
El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, el cardenal Leopoldo Brenes, explicó que las partes constituyeron la Mesa Electoral y la Mesa Judicial, integradas cada una por 3 representantes del Gobierno y 3 de la Alianza por la Justicia y la Democracia, que aglutina a los universitarios, empresarios, miembros de la sociedad civil y campesinos.
Las mesas tendrán que discutir la hoja de ruta planteada por los obispos para solucionar la crisis, que incluye la celebración de elecciones el 29 de marzo de 2019, la renuncia de los miembros del poder electoral y una nueva ley de partidos políticos, entre otras medidas, añadió el cardenal.
Las partes también conformaron la denominada “Comisión de Seguridad y Verificación”, que estará integrada por 12 miembros y que se encargará de trazar un plan para levantar las barricadas que mantienen los manifestantes en distintos puntos del país,
Las mesas de trabajo y la comisión de seguridad se reunirán el lunes a las 10.00 hora local (16.00 GMT) para avanzar en sus respectivas materias y al día siguiente a la misma hora la mesa plenaria votará sus propuestas, apuntó Brenes.
“Reiteramos la urgencia del cese a la violencia, amenazas, crímenes y asesinatos contra la población civil que causa tanto dolor y sufrimiento a las familias nicaragüenses. Basta ya de muertes”, pidió el presidente de la Conferencia Episcopal al cierre de la sesión.
La jornada de diálogo de este sábado estuvo marcada por dos crímenes horrendos que se cobraron la vida de al menos 9 personas, que fueron perpetrados en Managua y de los que el Gobierno y la oposición se acusan mutuamente.
En uno de ellos murieron al menos 7 miembros de una misma familia, entre ellos 3 niños, durante el incendio de su casa en un barrio céntrico de la capital. Los familiares de las víctimas explicaron a los medios locales que paramilitares prendieron fuego a la casa porque la familia se negó a prestar la parte alta del edificio para ubicar francotiradores.
El diálogo entre el Gobierno y la plataforma opositora se retomó el viernes después de llevar suspendido desde mediados de mayo por falta de consenso.
Las partes acordaron ayer el levantamiento de las barricadas -la principal forma de protesta de la oposición- y la llegada “inmediata” al país de distintos organismos internacionales (OEA, ONU y UE) para investigar los más de 200 muertos desde abril e identificar a los responsables.
Nicaragua está sumida en su crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, que se inició el 18 de abril cuando el Gobierno reprimió con extrema dureza unas manifestaciones contra una reforma a la seguridad social, que finalmente fue derogada.