Dos hombres en motocicletas se acercan a una camioneta varada en Caracas, un escena que podría ser una pesadilla en una de las ciudades más peligrosas del mundo, donde los robos y los asesinatos son un hecho casi cotidiano.
Por Vivian Sequera y Liamar Ramos / Reuters
Pero los hombres se ubican delante y detrás de la camioneta verde, mientras su conductora, una maestra de preescolar de 33 años, se baja sonriente y los tres esperan tranquilos en la calle que llegue una grúa de remolque para llevarse el auto.
Aunque existen, dentro y fuera de Venezuela, empresas que ofrecen asistencia vial, autos blindados y guardaespaldas con armas, “Pana” es más económico y amigable en un país que además de estar azotado por la criminalidad, vive con hiperinflación, escasez de billetes y en su quinto año de recesión.
Las aplicaciones para aceptar pagos desde el teléfono o Internet son cada vez más populares en Venezuela buscando no perder el mercado de clientes que no tienen suficiente papel moneda.
Domingo Coronil fundó “Pana”, que significa amigo en la jerga venezolana, con su hermano Juan Cristóbal en septiembre pasado y dice que han realizado unos 5.000 servicios en los que no se han producido incidentes.
“Durante el tiempo que tenemos de operación las reacciones han sido impresionantes, hay gente que se ha puesto a llorar, gente que se a tomado selfies”, dijo en una entrevista Coronil, de 46 años, un veterano consultor de seguridad.
Según las cifras oficiales más recientes del Ministerio de Interior, los homicidios se redujeron de 16.976 en el 2016 a 14.389 el año pasado.
El reconocido Observatorio Venezolano de Violencia(OVV), sin embargo, dice que los homicidios en 2017 superaron los 16.000 y las muertes violentas totalizaron 26.616 casos, incluyendo decesos a manos de policías y razones por determinar.
La tasa de homicidios solo en Caracas en 2017 fue de 104 por cada 100.000 personas, de acuerdo con datos del no gubernamental OVV. En comparación, Medellín tiene una tasa de 18 por cada 100.000, Bogotá de 14 y Sao Paulo de 10, dijo Roberto Briceño León, director del Observatorio.
Un reciente estudio de Gallup ubicó a Venezuela en el último lugar del índice de Ley y Orden 2018, con el 42 por ciento de las personas encuestadas asegurando que fueron víctimas de un robo el año pasado.
“El miedo que tiene la gente realmente no es que si te quedas en el auto, te roben, sino si te quedas en el auto te maten o te secuestren”, dijo Briceño León.
Las autoridades dicen que las ONG inflan las cifras para empalar la imagen del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Coronil dijo que 700 personas se han unido a “Pana”, cada una pagando una tarifa anual de 4.800.000 bolívares, alrededor de dos a cuatro dólares a la tasa del mercado paralelo, para tener el servicio tantas veces como lo deseen a todas horas del día.
Al descargar la aplicación, que funciona en cualquier modelo de teléfono inteligente y se activa con sólo presionar un botón, la plataforma tecnológica brinda la geolocalización del cliente.
Casi de inmediato, operadores en las oficinas de Pana despachan a dos motorizados que llegaran al sitio, dijo Coronil, cuya empresa cuenta con unos 40 empleados, al menos 28 de ellos dedicados a ser “los panas” que llegan en las motos.
“Pana” funciona solo en Caracas, pero aspira a crecer primero hacía carreteras cercanas a la capital venezolana y luego ofrecer otros servicios o planes corporativos para empresas.
Vanessa Mikuski, la maestra de escuela, apretó el botón de Pana cuando su auto se apagó sin previo aviso una mañana de junio en una calle del este de Caracas. Dijo que una amiga le recomendó la aplicación y la descargó el año pasado.
Los dos guardias de Pana, que no están armados y visten chaquetas con el logotipo de la aplicación, mantuvieron alejados a los peatones y otros conductores del vehículo mientras Mikuski organizaba recoger a sus hijos en la escuela.
Caracas “es muy insegura y peligrosa (…) No es lo mismo estar sola y que no tengas el teléfono de una grúa o algo, a que llegue alguien rápido que te acompañe”, dijo.
“Uno se siente mucho más seguro”, agregó la maestra. Y “con ese precio(…) es buenísimo”. Reuters