Venezuela se mantiene como uno de los casos que más preocupa a la ONU en el área de derechos humanos, mientras que la crisis en Nicaragua ha surgido como un nueva situación que inquieta sobremanera a la organización, dijo hoy su máximo responsable para derechos humanos, Zeid Ra’ad al Hussein.
Para ambos países, el alto comisionado pidió este lunes que se creen comisiones investigadoras que indaguen y reúnan evidencia de las eventuales violaciones graves del derecho humanitario y de las normas internacionales que protegen los derechos humanos.
“Creemos firmemente que el Consejo de Derechos Humanos necesita establecer una comisión de investigación” para Venezuela, dijo el jordano en la presentación de su informe global con el que se inauguró hoy el trigésimo octavo periodo de sesiones de este foro.
Confirmó que, mientras tanto, se continuará haciendo un seguimiento a distancia de la situación en ese país.
Ello debido a la persistente negativa del Gobierno del presidente, Nicolás Maduro, de autorizar la entrada a representantes de la oficina de Zeid que puedan verificar sobre el terreno lo que ocurre en el país andino.
La oficina de Zeid publicará en los próximos días su segundo informe sobre derechos humanos en Venezuela, el cual ha elaborado de acuerdo con la información que sus expertos han reunido de diversas fuentes confiables, incluidos testimonios y entrevistas en países fronterizos con venezolanos que han abandonado el país.
Sobre Nicaragua, el alto comisionado consideró urgente que una comisión internacional investigue las consecuencias de la violencia política que estalló el pasado abril, la que ha causado hasta el momento al menos 178 muertos y provocado 1.500 heridos y un número indeterminado de secuestrados y desaparecidos.
Prácticamente todas esas víctimas “lo han sido a manos de fuerzas policiales o de grupos progubernamentales, incluso con la participación de francotiradores”, denunció.
La crisis en Nicaragua es la más violenta desde la década de los noventa, por lo que Zeid pidió al Gobierno del presidente Daniel Ortega que acepte “sin demora” la visita de observadores de derechos humanos que puedan hacer una evaluación de la situación.
En su resumen de los casos que más inquietan en el mundo en materia de derechos humanos, el alto comisionado dedicó asimismo una mención a la política migratoria de EEUU.
Zeid instó a Estados Unidos a “cesar inmediatamente” la separación forzosa de niños migrantes de sus padres, una práctica que en las últimas seis semanas ha causado que casi 2.000 menores estén separados de sus progenitores, según dijo.
Además, el jordano hizo un breve apunte sobre México por no haber dado acceso al país a los miembros del Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas.
Ello pese a que este Comité ha registrado desde 2012 más de 300 peticiones de acciones urgentes en relación a desaparecidos en ese país.
Zeid lamentó la tendencia cada vez más fuerte entre los estados a negarse a colaborar con los mecanismos que ha creado la ONU para vigilar el cumplimiento de sus obligaciones en derechos humanos y para reaccionar ante situaciones graves y repentinas.
“Estas negativas de acceso constituyen una seria afrenta a nuestro trabajo, y cuando la negativa es persistente y haya serias razones para creer que están ocurriendo violaciones, consideraremos la opción de la vigilancia a distancia”, recalcó.
En esa línea, mencionó que casi 40 países no han recibido la visita de un relator especial de la ONU en los últimos cinco años, a pesar de los pedidos que han realizado.
Precisó que entre los países que tienen más de cinco visitas pendientes están Bolivia y Colombia, además de Egipto, Irán, Uganda, Yemen, entre otros.
Los relatores especiales son expertos de la ONU que abordan temáticas específicas de los derechos humanos, desde la prohibición de tortura, el respeto de los derechos del niño o contra la discriminación por cuestiones de género u orientación sexual. EFE