Para cerrar la primera tanda de partidos de la fase de grupos de Rusia 2018, Polonia y Senegal se vieron las caras en el Otkrytiye Arena de la ciudad de Moscú. Los Africanos se alzaron con una incómoda victoria 1-2 sobre un combinado europeo que molestó los propósitos del cuadro león a pocos minutos del desenlace
Lucho Suárez | LaPatilla.com
Este Mundial se ha destacado por dos cosas: Partidos lentos y equipos revelación, y este cotejo tuvo una mezcla extraña de un equipo “revelación” destacando en un encuentro que tuvo tramos bastante trabados, y que en su conclusión encontró algo de emoción.
Ambas escuadras comenzaron respetándose la una a la otra, pero quienes tomaron ventaja al final de todo fueron los verdes: Una jugada creada por Mbaye Niang por banda izquierda, con recuperación incluida, gestó el tanto que daría apertura a la pizarra.
Sadio Mané cogería la esférica y pasaría el testigo a Idrissa Gueye, quien se perfiló para su derecha y disparó un remate raso que tropezó con Thiago Cionek para después incrustarse en el fondo de las redes.
La selección europea se vio falla de ideas, dos jugadas de Robert Lewandowski dieron vida al ataque blanquirojo, pero sin éxito alguno.
El tanto que liquidaría las esperanzas polacas fue obra de una jugada aislada, la cual fue aprovechada por Mbaye Niang para sorprender al portero Wojciech Szczesny, superarlo y posteriormente empujar a la caprichosa al fondo de la meta.
A cuatro minutos del final, los dirigidos por Adam Nawaka encontraron la vía para descontar: Un centro de Kamil Grosicki halló la frente de Grzegorz Krychowiak, quien dirigió la esférica al palo contrario del guardameta africano.
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