El Ejecutivo Nacional oficializó el cambio de denominación del Ministerio para Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas, que estaba a cargo de Juan Arias, por la de Ministerio de Industrias y Producción Nacional, cuyas competencias recaerán ahora en Tareck El Aissami. Así lo reseña correodelcaroni.com
Por María Ramírez Cabello
Bajo su tutela, estarán 104 industrias, muchas de las cuales habían sido adscritas a la Vicepresidencia de la República en noviembre de 2017. El regreso a la cartera de Industrias fue publicado en el Decreto N° 3.467 de la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.382 del viernes 15 de junio de 2018.
Entre los argumentos con los que la Presidencia de la República justifica el traspaso está la necesidad de “dinamizar las estructuras del Estado a fin de fortalecer íntegramente sus instituciones, de manera de ejercer con eficacia y eficiencia las competencias conferidas”, una explicación similar a la que justificó la adscripción a la Vicepresidencia de la República hace siete meses.
El artículo 3 del Decreto indica que el Ministerio de Industrias y Producción Nacional tendrá como competencia ejercer la rectoría en el diseño, formulación, implementación y evaluación de políticas públicas, planes y proyectos para el fomento, desarrollo y promoción de las industrias y el comercio; transferencia de tecnologías; producción y oferta nacional en la provisión de bienes, obras y servicios, entre otras.
El Ministerio de Economía y Finanzas tendrá a su cargo la administración financiera del sector público; la elaboración y seguimiento a la ejecución presupuestaria, en coordinación con el Ministerio de Planificación; la política tributaria, arancelaria y sus sistemas asociados; el sistema financiero nacional, bancario y asegurador; mercados de valores y cajas de ahorro; así como lo relativo a bienes públicos y al estímulo y consecución de fuentes de financiamiento que contribuyan al desarrollo nacional.
Entre las empresas de Guayana traspasadas a esta nueva cartera están la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), las reductoras Aluminio del Caroní (Alcasa) y Venalum, Aluminio de Carabobo (Alucasa), Aluminios Nacionales (Alunasa), Bauxilum, Carbonorca, Conacal, Cabelum, Ferrocasa, Refractarios Socialistas de Venezuela, la Empresa de Producción Social de Servicio de Laminación, C.A. (Serlaca), las briqueteras Briqven (antigua Matesi), Briqcar (antigua Venprecar), Briquetera del Orinoco (antigua Orinoco Iron), Comsigua y Complejo Siderúrgico de Venezuela, Ferrominera Orinoco, Siderúrgica del Orinoco “Alfredo Maneiro” (Sidor), Pulpaca e, incluso, la estatal aurífera Minerven.
También estarán bajo la tutela de esta cartera la Corporación Nacional del Aluminio y la Corporación Siderúrgica de Venezuela, e igualmente las empresas automotrices y de ensamblaje de camiones, motos y tractores; productoras de cementos, electrodomésticos, telecomunicaciones, plástico, vidrio y textiles, entre otros.
Las industrias de Guayana, tanto del sector aluminio, siderúrgico y briqueteras, operan a tasas que distan de su capacidad instalada desde hace años. Tras alcanzar récords de producción entre 2004 y 2007, han sido sometidas a un proceso de desinversión y continuos errores a nivel de gerencia, rango en donde se han privilegiado los intereses políticos por encima de los técnicos.
El retroceso ha provocado la pérdida de los mercados internacionales, la desatención de la demanda nacional y ha favorecido la aparición de redes de corrupción, como la develada recientemente por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y que vincula a la estatales Alunasa en Costa Rica y Venalum en Venezuela como piezas del lavado de dinero liderado por el ahora presidente de la írrita Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y el ex gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez. La salida a la luz de esta trama provocó que este martes se confirmara el cierre de las cuentas bancarias de Alunasa, por parte de bancos de Costa Rica, como consecuencia de las investigaciones.
Industrias de alto potencial en la generación de divisas como la estatal aurífera Minerven está paralizada y sus plantas desmanteladas; Sidor opera en mínimos con fallas en provisión de insumos y servicios y el primer eslabón de la cadena del aluminio, Bauxilum, cumple esta semana nueve meses paralizado, lo que aleja a este sector industrial ubicado en Guayana de su concepción primigenia como la alternativa económica no petrolera del país.