Canadá condenó el viernes la sangrienta represión contra manifestantes en Nicaragua, diciendo que está devastando al país centroamericano y planteando preocupaciones de seguridad regional.
“Condenamos los asesinatos de manifestantes desarmados por parte de las fuerzas de seguridad estatales y los grupos paramilitares, y la represión en Managua y Masaya”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, en un comunicado.
“La población civil está siendo intimidada diariamente por estas fuerzas”, señaló. “La ausencia clara de justicia y de rendición de cuentas por sus crímenes es inaceptable. Los perpetradores de estas acciones deben rendir cuentas”.
Este conflicto “ha tenido un impacto devastador en los ciudadanos de Nicaragua y ahora presenta serios riesgos para la seguridad de la región”, agregó.
Las protestas comenzaron el 18 de abril contra una reforma a la seguridad social, pero se ampliaron para exigir justicia y la salida del presidente Daniel Ortega -en el poder desde 2007-, quien es acusado de corrupción, nepotismo y de instaurar un gobierno autocrático.
En dos meses de enfrentamientos, el número de víctimas mortales asciende a 212, señaló el viernes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Freeland instó al gobierno nicaragüense a “proteger el derecho de sus ciudadanos a manifestarse de manera pacífica y segura”.
AFP