El Departamento de Salud de Estados Unidos creó “una célula especializada en el reagrupamiento de los niños no acompañados”, un primer paso para resolver el rompecabezas de las familias migrantes separadas en la frontera con México.
AFP
Según el sitio Político, esta célula fue confiada a un responsable de situaciones de emergencia, signo de la profundidad de una tarea normalmente asignada a la Oficina de Relocalización de Refugiados.
“El secretario (Alex) Azar moviliza todos los recursos competentes del departamento (de Salud) para ayudar al reagrupamiento o la colocación de niños y adolescentes extranjeros no acompañados en casa de un familiar o de alguien que los acoja”, confió en la noche del viernes a Político Evelyn Stauffer, portavoz del departamento.
Contactada el sábado por la AFP, esa dependencia gubernamental no había respondido a la consulta.
En función de la política de “tolerancia cero” implementada por el gobierno del presidente Donald Trump a comienzos de mayo, más de 2.300 niños y adolescentes inmigrantes fueron separados de sus padres en la frontera con México.
Esta situación suscitó protestas en todo el mundo, incluida la ONU, y también en filas del Partido Republicano, que gobierna en Estados Unidos.
Pese al decreto presidencial que el miércoles puso fin a las separaciones indiscriminadas, en la frontera reina la confusión.
“No nos gusta ver a familias separadas”, había declarado Trump en el Salón Oval al firmar el decreto.
Aun si algunos padres indocumentados pudieron volver a reunirse con sus hijos, en medio de escenas dramáticas, el gobierno no ha dado cifras al respecto.
La Armada estadounidense proyecta a su vez levantar campos en bases aéreas abandonadas para reunir allí a las decenas de miles de migrantes que se calcula llegarán en los meses próximos, según un documento interno divulgado el viernes por la revista Time.
Legisladores demócratas continuaban el sábado presionando al gobierno con visitas a centros de detención que albergan a jóvenes inmigrantes, según la cadena CNN, mientras se preveía la realización de manifestaciones en el estado de California.