El príncipe Guillermo acudió el jueves bajo alta protección a la muy sensible Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, lugar venerado por los musulmanes y por los judíos, que lo denominan Monte del Templo, y que se halla en el centro del conflicto israelo-palestino.
Esta visita del príncipe -segundo en el orden de sucesión a la corona británica- es inédita por parte de un miembro tan eminente de la familia real, aseguraron responsables británicos.
El príncipe Guillermo y su delegación están sometidos a una importante protección israelí y acompañados por representantes religiosos. El duque de Cambridge ingresó en el Domo de la Roca, cuya cúpula, que domina la ciudad vieja, es emblemática de Jerusalén, según constató la AFP.
Luego la delegación se dirigió a la mezquita de Al Aqsa, que suele dar su nombre a toda la explanada y que es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
El entorno del príncipe Guillermo insiste en el carácter apolítico de la visita, la primera oficial de un miembro de la familia real a la vez a Israel y a los Territorios Palestinos.
Pero el ejercicio diplomático es delicado. La Explanada de las Mezquitas y la ciudad vieja están ubicadas en Jerusalén Este, parte palestina de la ciudad.
Israel anexionó Jerusalén este y proclama a toda esta ciudad santa como su capital “indivisible”. Por su lado los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital del Estado al que aspiran.
Por razones históricas, la explanada está bajo el cuidado de Jordania, pero todos los accesos son controlados por las fuerzas israelíes. AFP