Luego de la visita de la directora de la Organización Panamericana para la salud –OPS– Carissa Etienne a Venezuela, el pasado mes de junio, en la que sostuvo reuniones con autoridades nacionales, sanitarias, y sociedad civil, el organismo y el Gobierno de Canadá, realizaron una donación de 5.500 frascos de Viraday, que arribaron a Venezuela a finales de junio y se están distribuyendo esta semana.
Pese a que este fármaco lo deben ingerir más de 25 mil personas con VIH e inscritas en el Programa Nacional de Sida, del ministerio para la salud, sólo serán distribuidos en la región capital, excluyendo y discriminando a quienes viven en el interior del país, que también requieren del fármaco.
Ante esta situación, Jhonatan Rodríguez presidente de la Organización StopVIH, considera “una violación al derecho a la salud y a la vida de quienes no están en Caracas, pero que necesitan tomar el medicamento” y se pregunta, “¿bajo qué criterio se van a entregar esos frascos de Viraday, cuál será el proceso de elegibilidad?, ¿quién decidirá, a quien sí y a quien no?, ¿acaso hay ciudadanos de primera y de segunda?, una vez más se evidencia que el Gobierno nacional es quien decide quien vive y quien muere, cuestionó.
Por otro lado, asegura el defensor de derechos humanos, “esto es discriminación y esclavitud política, que se puede prestar a corrupción, pues la entrega no se está haciendo con transparencia”.
“Que nuestra denuncia llegue a donde tenga que llegar, que llegue a la Organización Mundial de la Salud, que llegue a la Organización Panamericana de la Salud, que llegue a los representantes del Programa Nacional de Sida, que llegue al mundo entero, porque pareciera que a las autoridades no les importa la vida de la población”, continuó, “acabaron con el sistema de salud, acabaron con la educación, acabaron con el transporte, acabaron con las grandes empresas, pisotean nuestros derechos y ahora van contra el último recurso que le queda a la gente, la vida”, finalizó.
Nota de prensa.