Vayan tomando dato, porque ésta, es una lección para todos aquellos que creen que para disfrutar hay que ocasionar caos y excesos. Una de las imágenes más bonitas y llamativas de lo que va de Rusia 2018 ha sido plasmada por la selección de Japón, no solo la humildad y el trabajo duro demostrado sobre el terreno de juego en todos sus compromisos ha sido una oda al valor, sino el ejemplo cívico de unos ciudadanos que, en su paso por el norte de Europa, dejaron su ejemplo como civilización.
Lucho Suárez | LaPatilla.com
Tras la eliminación nipona a manos de Bélgica en aquel partidazo de octavos de final que dejó atónito al mundo, los pupilos de Akira Nishino demostraron ser unos ganadores por encima del resultado: Cada futbolista del plantel agradeció a su fanaticada, concedió declaraciones a la prensa, limpiaron su vestuario, y por último, dejando una nota en la que se podía leer un “Gracias” en ruso.
Japón nos sigue rompiendo el corazón. Perdieron sobre la hora, saludaron a sus hinchas, hablaron todos con los periodistas, limpiaron el vestuario y encima dejaron una nota: “Gracias”. Sí, había que cortarle la salida a Courtois. Pero del resto tenemos que aprender nosotros. pic.twitter.com/eYvQrPhRmz
— Martin Mazur (@martinmazur) July 2, 2018
Asimismo, en encuentros anteriores, se logró apreciar a todos los seguidores japoneses recogiendo sus desperdicios al acabar los enfrentamientos de su combinado nacional.
Con un corazón enorme y una hinchada de diez, el cuadro oriental dejó una importante lección al mundo en general: Puede que no tengan figuras deportivas mediáticas a lo ancho del globo, pero le enseñaron al resto que se dejaron la piel en el engramado y que fuera de él se puede hacer lo mismo para ser mejores ciudadanos.