Los equipos de salvamento evalúan hoy el descenso de los niveles de agua en la cueva de Tailandia donde doce menores y un adulto llevan atrapados desde el 23 de junio, lo que podría adelantar el rescate.
“No podemos confirmar cuándo tendrá lugar. Pero nos aseguraremos de que los niños estén al 100 por 100 seguros” durante la misión, declaró en rueda de prensa Narongsak Osotthanakorn, gobernador de la norteña provincia de Chiang Rai, donde se encuentra la gruta.
“Si el riesgo es menor que el 10 por ciento, iremos hacia adelante”, señaló a su vez uno de los líderes del operativo de extracción.
La misión se llevaría a cabo de manera gradual, sacando primero a los niños con mejores condiciones tanto físicas como psicológicas.
Las autoridades estudian con detenimiento las proyecciones meteorológicas con miedo a que entre un temporal de lluvia, que según los expertos podría llegar mañana a la región.
De comenzar las precipitaciones parte del duro trabajo realizado por los miembros de salvamento para drenar los pasadizos quedaría anulado.
“Luchábamos contra el tiempo cuando los encontramos. Ahora, luchamos contra las aguas (…) No podemos arriesgarnos a nuevas inundaciones”, dijo Narongsak, al afirmar que a pesar de nuevas crecidas los equipos de salvamento podrán llegar hasta los menores.
Unas 20 bombas de extracción funcionan sin descanso y drenan unos 10.000 litros a la hora, lo que se traduce en la disminución aproximada de un centímetro del nivel de agua.
Según la estimación del gobernador, el nivel de las aguas ha cedido cerca de un 40 por ciento desde el inicio de las operaciones.
El grupo -compuesto por doce niños de entre 11 y 16 años y un adulto de 26- fue encontrado la noche del lunes en una isla de terreno seco a unos 4 kilómetros dentro de la caverna y tras nueve días de intensa búsqueda en la que han participado más de 1.300 personas.
Una decena de militares -entre ellos un médico y un psicólogo- cuidan con complementos vitamínicos y atención sanitaria de los chavales, visiblemente delgados, pero en buen estado de salud.
Poco a poco el grupo recupera las fuerzas de cara a la segunda fase de la misión: la salida de la cueva situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania.
Según los expertos, el único camino es buceando a través de los túneles subterráneos inundados, aunque todavía se escruta la montaña en busca de una cavidad por la que ascender al grupo.
Los 13 se internaron en las galerías el pasado sábado 23 de junio tras un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.
Los guardabosques que dieron la alerta encontraron sus bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos en la entrada de la caverna.
Cuerpos de élite del Ejército, efectivos de salvamento y voluntarios, además de expertos de Estados Unidos, Japón, China y Australia, han participado en las operaciones de búsqueda y rescate. EFE